La obra aborda temáticas como el distanciamiento entre una madre imperfecta y una hija resentida, además de explorar la guerra, la muerte, la amistad y el placer sexual, comentó Almodóvar.
El estadounidense Brady Corbet recibió el León de Plata al mejor director por "The Brutalist".
Por otro lado, "April", de
la directora georgiana Dea Kulumbegashvili, obtuvo el Premio
Especial del Jurado.
Nicole Kidman, otra figura destacada en el festival, fue
reconocida con la Copa Volpi a la mejor interpretación femenina
por su papel en "Babygirl", thriller erótico de Haila Rijn.
Debido al reciente fallecimiento de su madre, Kidman no pudo
asistir a la ceremonia, aunque mandó una carta emotiva en la que
expresó: "Mi corazón está roto.
Los quiero. Nicole". En la
misma categoría, el actor francés Vincent Lindon ganó la Copa
Volpi a la mejor interpretación masculina por su actuación en
"Jouer avec le feu" de Delphine y Muriel Coulin.
En esta edición de Venecia, las películas ganadoras son
aquellas que tienen un tema fuerte -como la eutanasia, el
Holocausto, la crianza de los niños, el aborto clandestino, la
derecha nazi-, la Italia de Vermiglio y, sobre todo, las
mujeres: en el palmarés, las que se llevan un premio son cuatro
de los cinco directores presentes (la única excluida es la
italiana Giulia Louise Steigerwalt de "Diva futuro").
El León de Oro se lo lleva merecidamente la eutanasia de
cámara sincopada de Almodóvar, quizá la película menos
almodovoriana y autoral del director español y la primera en
inglés. León de Plata, en cambio, para Italia con "Vermiglio" de
Maura Delpero, una historia susurrada sobre el paso del tiempo
en el paisaje metafísico de los Dolomitas en la frontera con
Austria, donde hay guerra, pero está lejos, en el valle. Y donde
también se produce una pequeña-gran tragedia.
El León de Plata al mejor director se lo lleva en cambio
el utopismo arquitectónico de Brady Corbet con una película
titánica sobre una ambición igualmente titánica, la de un gran
arquitecto inspirado en el judío húngaro László Tóth, que emigró
a Estados Unidos en 1947 y a quien un mecenas bastante aburrido
le encargó una obra gigantesca.
La referencia declarada es a "The Fountainhead", novela y
luego película con Gary Cooper. En la Copa Volpi, en el caso de
Nicole Kidman, detrás de la cámara está la estadounidense de
origen danés Halina Reijn, quien dirige a la actriz australiana
en un thriller erótico en el que aparece desnuda en más de una
escena. La rubia interpreta a Romy, una gerente de una fábrica
de robótica casada y con hijas, que de repente se ve envuelta en
una relación sadomasoquista con un becario muy joven llamado
Samuel.
Lindon, en cambio, guiado por sus dos hermanas francesas,
Delphine y Muriel Coulin, es un viudo, ex sindicalista, que debe
criar a dos jóvenes adolescentes, uno de los cuales es
conquistado por un grupo neonazi con trágicas trascendencias.
Luego está el caso de Walter Salles y su '"Aquí sigo", una gran
película que tiene como protagonista absoluta a una
extraordinaria Fernanda Torres en el papel de Eunice Pavía,
madre de cinco hijos cuya vida da un vuelco por la singular
detención de su marido, exdiputado, y luego por su posterior
desaparición.
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