La cumbre de tres días llega justo después de las elecciones europeas, en medio de grandes movimientos para el futuro de la Unión Europea y sus altos cargos, y en vísperas de la conferencia de paz sobre Ucrania prevista para el fin de semana en Suiza y en el momento álgido de los esfuerzos por lograr una tregua en Gaza.
Está previsto que los líderes de las grandes potencias mundiales participen en las habituales rondas de conversación, pero también en reuniones bilaterales, que pueden marcar la diferencia.
En Apulia, en el sur de Italia, estará el presidente estadounidense, Joe Biden, y también su par ucraniano, Volodimir Zelensky.
Pero la presencia del papa Francisco será un acontecimiento sin precedentes en el G7 y parece ser una señal muy clara.
El Pontífice hablará el viernes, en el segundo día de trabajos: "Hablaremos de inteligencia artificial y también de paz.
Tendré reuniones bilaterales, hay solicitudes de siete jefes de Estado. Me reuniré con todos ellos", anticipó el argentino Jorge Mario Bergoglio.
El presidente estadounidense regresaba a Europa después de su reciente viaje a Francia para el "Día D" y se reunirá cara a cara con Zelensky, también para poner por escrito el anunciado pacto de seguridad entre Estados Unidos y Ucrania.
Una nueva pieza en el panorama de los acuerdos bilaterales ya firmados por Kiev con varios aliados, entre ellos Italia.
El apoyo a Ucrania sigue siendo una prioridad en la agenda bajo la dirección de Meloni, quien también tendrá que buscar una solución sobre los activos rusos, es decir, sobre el uso de los beneficios de los activos congelados en Moscú para apoyar a Kiev.
Se trata de encontrar un punto de acuerdo entre la propuesta de Biden, de un fondo de 50 mil millones que se remunerará con esos mismos ingresos, y las posiciones de las cancillerías europeas, más frías con ese sistema de garantías de financiación.
En una cumbre centrada principalmente en cómo frenar la agresión del mandatario ruso, Vladimir Putin, no se excluye que se hable también de posibles sanciones a los pequeños bancos chinos que operan con los rusos.
Una hipótesis que circuló en los medios de comunicación internacionales y ante la cual Pekín ya reaccionó, al advertir a las grandes potencias que no aceptarán "ninguna medida unilateral ilegal".
Sin embargo, la cumbre de Apulia quiere examinar los desafíos globales incluso más allá de la contingencia. Partiendo d e la apuesta por el futuro de la inteligencia artificial, un tema "muy deseado" por el Primer Ministro, y de África, con un impulso a una asociación igualitaria con un enfoque italiano según el modelo del Plan Mattei.
Por el momento, no está previsto un encuentro cara a cara entre el Papa y el presidente ucraniano, esperado el jueves antes de la cena de bienvenida ofrecida en Brindisi por el jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella.
Pero la cumbre abre una semana clave para la posición internacional de Ucrania: muchos de los líderes abandonarán Puglia el sábado para volar a Suiza, a la cumbre de Lucerna, donde se esperan casi 100 delegaciones.
Sin embargo, la cumbre de Apulia quiere examinar los desafíos globales incluso más allá de la contingencia.
Partiendo de la apuesta por el futuro de la inteligencia artificial, un tema "muy deseado" por la premier, y de África, con un impulso a una asociación igualitaria con un enfoque italiano según el modelo del Plan Mattei.
En cuanto a los asuntos económicos, se tratará desde la competitividad con China hasta el libre mercado y los pasos adelante en materia fiscal global, que podrían ser un éxito para la presidencia italiana.
Tras la anterior presidencia japonesa, la atención se centrará en el Indo-Pacífico. Y también se hablará de salud y discapacidad, que entrará, por primera vez, en los temas de un G7. En relación con Gaza, los dirigentes reiterarán su apoyo a la hoja de ruta presentada por Biden para un alto el fuego y la liberación de los rehenes, respaldada también por la resolución votada el lunes por la tarde en la ONU.
También aterrizarán en Brindisi otros jefes de Estado y de Gobierno -entre ellos el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, el argentino Javier Milei y el primer ministro indio, Narendra Modi.
Además, estarán presentes los jefes de cinco organizaciones internacionales, como Antonio Guterres, de la ONU, y la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Giorgeva.
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