El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, se reunió este viernes con el embajador de España en Caracas, Ramón Santos, a quien le expresó que el gobierno de Nicolás Maduro no permitirá "ninguna acción injerencista" por parte del Gobierno de España "en asuntos que son de competencia exclusiva de los venezolanos".
"El gobierno de Venezuela adoptará las medidas necesarias, en el marco del derecho internacional y la diplomacia bolivariana de paz, para proteger su soberanía", expresó el jefe de la diplomacia del presidente Nicolás Maduro en sus cuentas en redes sociales y medios oficiales del chavismo.
Gil mostró un video en el que se ve lo que parece ser el inicio de una conversación con Santos, en un despacho del ministerio de Relaciones Exteriores. Ambos aparecen solos en la toma, sentados en muebles bastante próximos.
"Hemos convocado al embajador de España, Ramón Santos, para expresar la postura contundente del gobierno venezolano", también escribió el ministro en su canal en Telegram.
Las relaciones políticas y diplomáticas entre los dos países se tensaron en las últimas horas tras el reconocimiento por estrecho margen en el Congreso de los Diputados de España del asilado opositor Edmundo González como "presidente electo" en las cuestionadas elecciones del 28 de julio.
La embajadora de Venezuela en España, Gladys Gutiérrez (expresidenta y magistrada del Tribunal Supremo de Justicia), también fue convocada por el ministro a regresar a Caracas para consultas.
Por su parte, el alto mando militar acompañado de ministro de Defensa, Vladimir Padrino, se sumó a las expresiones de rechazo contra el gobierno de Estados Unidos, que sancionó a varios funcionarios chavistas, incluyendo cuatro militares de alto rango.
"No somos chantajeables, ni nos dejamos intimidar por la lacra imperial", dice el comunicado leído por Padrino, rodeado del alto mando, en un mensaje transmitido por los canales de TV del Estado.
También acusan al gobierno de Estados Unido de "un nuevo acto de grosero injerencismo con el desesperado e irracional propósito de derrocar al gobierno" de Maduro e "instaurar un títere" en el poder.
Más temprano, el TSJ y el Consejo Nacional Electoral también expresaron su repudio a las nuevas sanciones contra miembros de esos organismos, que ahora engrosan la lista de 100 funcionarios de alto nivel con sanciones ejecutivas del Departamento del Tesoro y congelamiento de bienes en Estados Unidos.
La presidenta del TSJ, Caryslia Rodríguez, junto a otros magistrados, leyó un comunicado formal en el que repudian "las acciones injerencistas de los Estados Unidos de América en los asuntos internos de la República, al imponer medidas coercitivas unilaterales, ilegítimas e ilegales a 16 funcionarios venezolanos".
El jueves el Departamento del Tesoro aplicó medidas personales a 16 funcionarios, con lo que llegan a un centenar los chavistas sancionados, civiles y militares en puestos de alto gobierno, acusados de atentar contra la democracia y los Derechos Humanos. Rodríguez afirma que Venezuela "enfrenta amenazas externas sistemáticas que buscan debilitar su institucionalidad y democracia, lo que se considera una nueva forma de colonialismo en los esquemas mundiales actuales".
Por su parte, el CNE afirma en un comunicado que Estados Unidos "posee uno de los más patéticos y obsoletos sistemas electorales del planeta, incapaces de dar certeza en sus resultados, dejando muchas dudas en sus elecciones", por lo que no tendrían moral para evaluar y opinar sobre los temas electorales de Venezuela, "donde hay un sistema que cuenta con los más altos estándares globales". Y acusa Washington de "intentar chantajear a los miembros del Consejo Nacional Electoral es una maniobra grosera que ha fracasado con anterioridad".
"El Poder Electoral de Venezuela está hoy firme, unido y más fuerte que nunca, con capacidad de enfrentar cualquier ataque rastrero contra su integridad", dice el CNE, que es cuestionado dentro y fuera de Venezuela por declarar ganador a Maduro sin mostrar resultados verificados ni las respectivas actas de escrutinios, contrariando la ley.
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