Las consultas se dan en medio de la crisis diplomática entre los dos países y el pedido de parte del chavismo en el poder de romper relaciones con España, que concedió asilo a Edmundo González, el candidato que enfrentó a Nicolás Maduro en la elección del 28 de julio, reconocido como ganador por el Congreso español. "La convocatoria responde a las recientes declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien expresó desmesurada hostilidad al Gobierno nacional" dijo el canciller de Venezuela, Ivan Gil.
El ministro calificó como "insolentes, injerencistas y groseras" a las afirmaciones emitidas por Robles, las cuales "apuntan a un deterioro de las relaciones entre ambos países".
Robles calificó al gobierno de Maduro de "dictadura" y dijo que los venezolanos salieron de su país "víctimas de la restricción, de la violencia, de la falta de democracia y de la falta de libertad".
Esta semana el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, solicitó que el gobierno de Maduro rompa relaciones diplomáticas, consulares, económicas y comerciales con España y pidió la expulsión de todos los representantes de la legación española en Venezuela, así como el regreso de todos los funcionarios venezolanos acreditados en España.
El Congreso de los Diputados de España reconoció por cerrada votación a González como ganador de la elección venezolana, mientras que el gobierno de Pedro Sánchez pide que se muestren las actas oficiales con los resultados que atribuyen el triunfo a Maduro.
Desde Madrid, el canciller español, José Manuel Albares, respetó hoy la "decisión soberana" del gobierno de Nicolás Maduro de convocar al embajador español en Caracas y llamar a consultas a su representante en Madrid.
"Convocar a un embajador y llamar a consulta son decisiones soberanas de cada Estado y, por lo tanto, no hay nada que comentar", dijo Albares entrevistado en Radio nacional de España (RNE).
El canciller llamó a buscar "las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela".
Albares evitó calificar a Venezuela como una dictadura como hizo su colega de Defensa.
"Los ministros de Asuntos Exteriores somos la última persona que tiene que entrar a poner cualquier tipo de calificativos.
Venezuela es un país hermano", respondió el canciller.
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