"Quisiera agradecerles las oraciones que se elevan al Señor desde el corazón de tantos fieles de muchas partes del mundo: siento todo su cariño y cercanía y, en este momento particular, me siento 'llevado' y sostenido por todo el Pueblo de Dios.
¡Gracias a todos!", escribió el pontífice.
"Les envío de nuevo estos pensamientos desde el hospital, donde, como saben, estoy desde hace varios días, acompañado por los médicos y agentes sanitarios, a quienes agradezco la atención con que me atienden.
Siento en el corazón la
'bendición' que se esconde en la fragilidad, porque precisamente
en estos momentos aprendemos aún más a confiar en el Señor; al
mismo tiempo, doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de
compartir en cuerpo y espíritu la condición de tantas personas
enfermas y que sufren", escribió el Papa.
En el texto escrito del Angelus, hace saber que en estos
días reza "sobre todo por la paz".
"Desde aquí la guerra parece aún más absurda.
Rezamos por la
Ucrania atormentada, por Palestina, Israel, el Líbano, Myanmar,
Sudán, Kivu", es el llamamiento del Pontífice difundido por la
oficina de prensa vaticana.
Asimismo, pidió "entrenar nuestros ojos para observar
atentamente el mundo y juzgar a los demás con caridad".
Comentando el evangelio de hoy, subrayó que "sólo con esta
mirada de solicitud, no de condenación, la corrección fraterna
puede ser virtud. Porque si no es fraterna, no es corrección".
Francisco subrayó además que "los malos frutos son las
palabras violentas, falsas y vulgares; los buenos son las
palabras justas y honestas que dan sabor a nuestros diálogos".
"Y entonces podemos preguntarnos: ¿cómo miro a los demás,
que son mis hermanos y hermanas? ¿Y cómo me siento mirado por
ellos? ¿Mis palabras tienen buen sabor o están llenas de
amargura y vanidad?", pregunta para concluir el Papa Francisco.
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