Argentina derrotó 1-0 a Uruguay en Montevideo en el cierre de la decimotercera fecha de las eliminatorias sudamericanas y puso un pie en el Mundial 2026 a pesar de no contar con el capitán Lionel Messi, uno de los ausentes ilustres por lesión.
Thiago Almada, jugador del Olympique Lyon cedido a préstamo por Botafogo, convirtió a los 68' su primer gol con la selección mayor, que pasará a la historia por ser el número 2000 del combinado nacional.
Argentina supo disimular las ausencias y se quedó con un "Clásico del Río de La Plata" en el que fue de menor a mayor y terminó justificando su victoria frente a un Uruguay que comenzó a todo ritmo y se fue diluyendo ante el juego que le propuso el rival, que lo llevó al terreno que más le convenía y acertó la estocada letal en el momento justo.
"Le pegué ahí y por suerte entró", resumió Almada que debutó con la selección mayor en 2022 camino al Mundial de Qatar y fue convocado por la lesión de Joaquín Correa a la "albiceleste" que luego conquistó su tercera Copa del Mundo.
"Estaba un poco ansioso, con muchas ganas de demostrar. Por suerte, en un partido muy difícil, pudimos superar a un rival complicado", destacó una de las figuras en el Estadio Centenario.
Su gol dejó a Argentina a un paso de sellar su pasaje al próximo Mundial, que podría asegurarse con anticipación el martes cuando reciba a Brasil.
Una "canarinha" a la que derrotó por 1-0 en el Maracaná por la quinta fecha (después de perder por 2-0 con Uruguay en Buenos Aires) y que intentará devolverle la "gentileza" cuando lo visite en el Estadio Monumental con Vinicius Junior y Rapinha, artífices en el triunfo agónico por 2-1 sobre Colombia el jueves.
Será el próximo clásico sudamericano para el equipo de Lionel Scaloni, que hoy pisó fuerte ante la "Celeste" de su compatriota Marcelo Bielsa en un partido dinámico y por momentos friccionado, pero con escasas emociones.
Lo arbitró el paraguayo Juan Benítez, no fue muy estricto a la hora sancionar las faltas y quien le mostró la primera amarilla del partido a Nahitan Nández a los 64' y la segunda a los 85' al también uruguayo Mathías Olivera.
La tercera fue para el argentino Julián Álvarez, a los 91' por cortar un contragolpe de Uruguay, y la única roja, directa, la recibió a los 95' su compatriota Nicolás González tras impactar en la humanidad de Nández al intentar rechazar el balón.
El delantero de Juventus, que había ingresado a los 69' por Giuliano Simeone (jugador del Atlético Madrid e hijo del DT Diego Simeone), no podrá jugar frente a la "verdeamarela".
Uruguay arrancó mejor ante una Argentina que a los 18' tuvo su primer remate franco al arco en los pies de Leandro Paredes, jugador de la Roma y hoy titular en un mediocampo en el que lo acompañaron Alexis Mac Allister y Enzo Fernández.
En ese primer período Almada fue uno de los mejores junto con Álvarez, incansable como siempre a la hora de atacar o de recuperar el balón.
La "Celeste" no lograba llegar con claridad sobre el arco de Emiliano Martínez, salvo cuando la pelota pasaba por Federico Valverde o por Rodrigo Bentancur, los más lúcidos para buscar a sus compañeros en un ataque comandado por Darwin Núñez, delantero del Liverpool que no tuvo opciones claras para desnivelar.
La más peligrosa del local en esa primera mitad fue tras un pase filtrado para Giorgian De Arrascaeta que el jugador del Flamengo (reemplazado por Nicolás De la Cruz antes de finalizar ese período) aprovechó para sacar un remate desde el borde del área que conjuró el arquero argentino a los 32'.
A los 38', Simeone envió un centro sobre la línea de fondo que obligó al arquero Sergio Rochet a su primera intervención importante y sobre el final del capítulo el mismo Simeone volvió a buscar un compañero en el área, pero Mac Allister no llegó a conectar porque Rochet intervino y, en el rebote, remató Fernández y José María Giménez le cruzó el cuerpo conjurando el peligro. Al regreso del descanso, Argentina se adelantó unos metros en la cancha y generó la primera situación de riesgo con un remate de Almada que tapó Rochet a los 48' en la mejor jugada en ataque de Argentina, en la que participaron Mac Allister y Álvarez.
Uruguay respondió con uno de Valverde que tapó Martínez sin conceder rebote a los 51' y un minuto después un pase profundo de Paredes para Nahuel Molina obligó a Rochet a salir lejos de su área para despejar el balón.
El arquero uruguayo mantuvo a su equipo en partido al taparle un remate a Simeone y luego al cortarle con una mano un avance a Almada cuando se disponía a eludirlo a los 63', aunque el juvenil tendría revancha cinco minutos más tarde, cuando refrendó esa mejor versión de Argentina y estableció diferencias.
El gol llegó con un remate a colocar que no le dio opciones a Rochet pese al esfuerzo en una jugada que inició Álvarez, que le cedió el balón al detectar que estaba libre para que celebrara un tanto histórico de una selección argentina que había festejado el primero en 1902.
Paradojas del destino, había sido ante el mismo Uruguay y también en Montevideo, aquella vez convertido por Carlos Dickinson en un amistoso que finalizó con un triunfo por 6-0 de la "albiceleste", según recuerdan los medios de prensa de ese país.
Hoy, la victoria fue más modesta, pero más importante ante un Uruguay que apeló a su reconocida "garra" para tratar de torcer la historia, pero chocó con la solidez defensiva de Argentina.
En ese rubro se lucieron Nicolás Otamendi, Cristian Romero, Nicolás Tagliafico y el mencionado Molina, que contaron con la colaboración del resto del equipo para sostener la ventaja.
"Jugamos mejor en el segundo tiempo, cuando corregimos algunos detalles", reconoció Scaloni, quien aludió también a las ausencias en el plantel (en el que además de Messi faltaron Lautaro Martínez y Paulo Dybala y fue preservado Rodrigo De Paul).
"A pesar de que hoy faltaron jugadores importantes, tenemos con qué salir a la cancha tranquilos porque el equipo está siempre, más allá de los nombres", resumió.
Argentina está a un paso de clasificarse al Mundial y buscará el pasaje en el próximo clásico, frente a Brasil y en casa.
Si no lo lograse, deberá esperar a los próximos compromisos que disputará como visitante frente a Chile y de local ante Colombia en junio, cuando Uruguay buscará rehabilitarse visitando al sorprendente Paraguay antes de recibir a la necesitada Venezuela.
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