Por Fausto Gasparroni - Las condiciones clínicas del papa Francisco "siguen siendo críticas, pero estables", informó el Boletín Médico difundido por la prensa vaticana.
"No se presentaron episodios respiratorios agudos y los parámetros hemodinámicos continúan estables", se explicó.
El Papa, en el duodécimo día de internamiento en el Policlínico Gemelli, "se le realizó un TAC programado para seguimiento radiológico de neumonía bilateral", y por el momento "el pronóstico sigue siendo reservado".
La oficina de prensa también informó que por la mañana Francisco, "después de recibir la Eucaristía, reanudó sus actividades laborales".
Por ello, "estamos especialmente a la espera de los resultados del TAC, cuyos resultados están siendo analizados por los médicos, para entender cómo reacciona el Papa al tratamiento de la neumonía bilateral. Y comprobar si la infección pulmonar todavía está presente o no".
Se trata del tercer TAC que el argentino Jorge Mario Bergoglio realiza en el Gemelli, después del primero a su llegada y del segundo que reveló una neumonía bilateral.
En comparación con ayer, la insuficiencia renal leve persiste, pero no es motivo de preocupación, al tiempo que se le administra oxígeno en los niveles que requiere la necesidad.
Esta mañana la oficina de prensa del Vaticano informó que el Papa había "descansado bien, toda la noche" y "sin interrupciones", descartando así ulteriores crisis respiratorias.
Tras despertarse, continuó "la terapia habitual de estos días".
En los boletines médicos, entre otras cosas, nunca se mencionó la administración de sedantes, se señaló.
El Papa no sólo "se levantó", sino que recibió visitas el martes en la suite del décimo piso del Gemelli y trabajó, tomando decisiones que mostraron también su voluntad de salir adelante y deshacerse de compromisos pendientes.
Francisco recibió, por primera vez durante su actual estancia hospitalaria, al cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, y al sustituto para los Asuntos Generales, el arzobispo Edgar Pena Parra.
Y fue durante esta audiencia -en la que seguramente también afrontó otros temas- que el Papa aprobó la promulgación de los decretos sobre las Causas de los Santos, entre ellos aquellos sobre la "venerabilidad" de Salvo D'Acquisto por el sacrificio del "ofrecimiento de vida", y del sacerdote estadounidense Emilio Giuseppe Kapaun, asesinado en la guerra de Corea.
Pero, sobre todo, Francisco aprobó la próxima santidad de Bartolo Longo, fundador y benefactor del Santuario de Pompeya, y del laico venezolano Gregorio Hernández Cisneros, para cuya canonización convocará un Consistorio para fijar la fecha.
Una serie de nombramientos tuvo lugar hoy en el seno de obispos de Canadá y Brasil.
Además de los dos nuevos secretarios generales de la Gobernación, Mons. Emilio Nappa y el abogado laico. Giuseppe Puglisi-Alibrandi, también a través de modificaciones a la Ley Fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano y a la de su Gobierno: a la nueva presidenta, sor Raffaella Petrini, se le dio el poder de asignar responsabilidades y deberes a los dos nombrados.
Francisco también difundió su mensaje para la Cuaresma, el período previo a la Pascua que no puede comenzar el 5 de marzo, miércoles de Ceniza, con la habitual procesión al Aventino.
"La muerte se transformó en victoria y aquí reside la fe y la gran esperanza de los cristianos: en la resurrección de Cristo", escribe en el texto, fechado el 6 de febrero, en el que también insta a los cristianos a identificarse con el sufrimiento de los migrantes.
La invitación es también a "caminar juntos, a ser sinodales, ésta es la vocación de la Iglesia. Los cristianos estamos llamados a caminar juntos, nunca como viajeros solitarios".
También hizo sentir su presencia con un sustancial mensaje enviado al Congreso de Lima sobre la prevención de abusos en la Iglesia, llamando a la responsabilidad en el uso de la IA.
La oración de los fieles y el rosario continúan en la Plaza de San Pedro, en el segundo día presididos por el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, proprefecto para la Evangelización.
Y sobre la sombra de una posible dimisión intervino el cardenal Angelo Bagnasco: "no hay motivo para hablar de dimisión ni para hipotetizarla, seguimos rezando para que mejore cada vez más, hasta su completa recuperación y el retorno a su ministerio".
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