Por lo tanto, les digo también a ustedes, jóvenes Guardias: ¡vayan contracorriente! Es mejor utilizar el tiempo libre para actividades comunes, para conocer Roma, para momentos de fraternidad en los que contarse y compartir.
Estas experiencias construyen por dentro y los
acompañarán toda la vida".
Al dirigirse a las 34 nuevas Guardias suizas que luego
prestaron juramento solemne por la tarde, el Papa Francisco -en
la audiencia concedida a ellos y a sus familias- habló como lo
haría con muchos otros jóvenes, poniendo énfasis en la
"dimensión relacional" y exhortando "a cultivar activa e
intensamente la vida comunitaria".
De los 34 nuevos alabarderos de la Guardia suiza pontificia,
que hoy formalmente ingresaron al ejército más pequeño y antiguo
del mundo, solo dos hablan italiano, 16 alemán, 16 francés y
ninguno habla romanche, la cuarta lengua que se habla en Suiza.
La austera y al mismo tiempo festiva ceremonia en el Patio
de San Dámaso fue presidida en nombre del Papa por el sustituto
para los Asuntos Generales, Monseñor Edgar Pena Parra, mientras
que la delegación oficial suiza fue liderada por la presidenta
de la federación, Viola Amherd.
En su discurso, el comandante del Cuerpo, el coronel
Christoph Graf, destacó la "vocación al servicio", citando
también una nota que Madre Teresa de Calcuta le entregó años
atrás: "el fruto del silencio es la oración, el fruto de la
oración es la fe, el fruto de la fe es el amor, el fruto del
amor es el servicio, el fruto del servicio es la paz".
Y a estos aspectos también hizo referencia el Pontífice en
la audiencia matutina a los reclutas: "Este día siempre es
esperado y bienvenido para mí, porque me brinda la oportunidad
de expresar públicamente mi 'gracias' por la presencia y el
servicio de la Guardia Suiza. Primero que nada, por la
presencia: una presencia que se distingue por su calidad, por su
estilo gentil, atento y escrupuloso. Y naturalmente, luego por
el servicio diario, siempre generoso y diligente".
El Papa no dejó de mencionar la nueva sede del Cuerpo -tema
ya tratado también en la audiencia del sábado pasado con la
presidenta federal Amherd-, "actualmente en fase de diseño" y
que "debería contribuir significativamente a la reunión de las
Guardias y sus familias, que actualmente se ven obligadas a
vivir un poco dispersas por falta de espacio, y así también al
apoyo y fortalecimiento de este vínculo y del sentido de familia
dentro del Cuerpo".
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