"Saquen las manos de la República Democrática del Congo, retiren las manos de Africa! Basta de sofocar a Africa: no es una mina de explotación o un suelo para saquear", fue el enfático clamor de Papa Francisco al llegar hoy a Kinshasa.
"Es trágico que estos lugares, y más en general el Continente africano, sufran aún varias formas de aprovechamiento. Tras lo político, se desencadenó un 'colonialismo económico', otro tanto esclavizante. Así este país, ampliamente depredado, no consigue beneficiarse suficiente de sus inmensos recursos: se llegó a la paradoja que los frutos de su tierra son 'extranjeros' a sus habitantes. El veneno de la avidez ha convertido en sus diamantes sangrientos", remarcó.
La explotación de Africa "es un drama frente al que el mundo económicamente más avanzado -expresó el papa Francisco en su primer discurso en Kinshasa, en la República Democrática del Congo- cierra, a menudo, los ojos, las orejas y la boca. pero este país y este Continente merecen ser respetados y escuchados, merecen espacio y atención".
"Saquen las manos de la República Democrática del Congo, retiren sus manos de Africa! Basta de sofocar a Africa: no es una minera de explotación o un territorio para saquear. Africa debe ser protagonista de su destino! El mundo haga memoria de los desastres perpetrados a través de los siglos en perjuicio de las poblaciones locales -el pedido del pontífice- y no olviden a este país y este continente. Africa, sonrisa y esperanza del mundo, importante: se habla de ella mayormente, tenga más peso y representación entre las naciones".
Asimismo, el Papa invitó a toda la población de la República Democrática del Congo a poner fin a la violencia y el odio.
"Deseo dirigir un llamado: cada congoleño -dijo el Papa en el discurso ante las autoridades del país- es llamado a hacer du parte! La violencia y el odio no tienen más lugar en el corazón y los labios de ninguno, porque son sentimientos anti-humanos y anticristianos, que paralizan el desarrollo y nos llevan a un pasado oscuro".
El Pontífice, en el discurso dirigido a las autoridades de Kinshasa, habla de la violencia que se extiende por el país y afirma que es como "un puñetazo en el estómago".
"Si la geografía de este pulmón verde es tan rica y variada, la historia no es otro tanto generosa: atormentada por la guerra, la República Democrática del Congo continua sufriendo dentro de sus confines conflictos y migraciones forzadas, y padece terribles formas de explotación, indignas del ser humano y de lo creado. Este inmenso país lleno de vida, este diafragma de Africa, azotado por la violencia como un puñetazo en el estómago, parece desde hace tiempo no tener respiro".
"Y mientras vosotros congoleños luchan para mantener vuestra dignidad y vuestra integridad territorial con despreciables intentos de fragmentar el país, yo vengo hacia ustedes, en el nombre de Jesús, como peregrino de reconciliación y paz. Tanto desee estar aquí y finalmente vengo a traer la cercanía, el afecto y la consolación de toda la Iglesia Católica", insistió Jorge Bergoglio, que tras su periplo en República del Congo viajará a Sudán del Sur.
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