Así, algunas discrepancias en la alianza del gobierno italiano. La misión de la Primera Ministra a Washington reiteró la postura de Roma alineada con la de la OTAN, pero puso de relieve una vez más la distancia sobre esta cuestión entre la premier y el ministro de Infraestructuras y líder de la Liga Norte. Una variable con bastantes riesgos políticos si el escenario futuro contempla la implicación de Italia en la ampliación del paraguas defensivo de la Alianza Atlántica.
De regreso en Roma, Meloni se prepara para los días decisivos del partido por la nueva Comisión Europea. "Estoy centrada sobre todo en que Italia debe ser reconocida por su peso", aclaró de cara al encuentro con Ursula von der Leyen, previsto para principios de semana, entre el lunes y el martes.
Mientras tanto, en el cuarto de hora de respuestas a los periodistas al final del viaje a Estados Unidos, concluido con una reunión con Volodimir Zelensky, Meloni hizo un balance positivo. En primer lugar, por el nacimiento del enviado especial de la OTAN para el flanco sur, un papel que Italia intenta recuperar.
Luego envió un mensaje a Salvini, sin nombrarlo, pero dirigiéndose a "quienes, desde distintos lados, entre los observadores y en la política, dicen que si seguimos enviando armas a Ucrania alimentaremos la guerra". Precisamente la consigna relanzada por el líder de la Liga Norte durante los días de la cumbre de la OTAN.
"También depende de lo que se envíe", observó Meloni y subrayó que el Gobierno "se ha centrado en los sistemas de defensa antiaérea, que es la mejor manera de defender una nación atacada".
La posición de la Liga está confiada a Crippa: "Las organizaciones internacionales, la OTAN, la UE y la ONU, deberían favorecer un proceso de paz. Partiendo del supuesto de que Ucrania ha sido atacada y Rusia ha atacado, pero debemos poner fin a esta guerra, tratemos de garantizar que la política y la diplomacia prevalezcan sobre las armas, los misiles y los aviones".
Es difícil reducir todo a "diferentes matices", como intenta hacer la mayoría de la gente. Hasta qué punto se tolerará la actitud de Salvini? "La posición italiana es muy clara -responde Meloni-, sigue lo que está escrito en nuestro programa, es decir, que habríamos apoyado a Ucrania y cualquier iniciativa de paz. Lo hemos hecho con una solidez que no hemos visto en todos los que nos precedieron y actualmente no vemos ni siquiera en la oposición".
El debate sobre el gasto militar, sin embargo, está destinado a resurgir, también en vista del presupuesto.
"Mantenemos el compromiso asumido hace diez años de alcanzar el 2%, mantenido por todos los gobiernos", aclaró la premier, y acotó: "los aumentamos de forma compatible con nuestras posibilidades".
A partir de 2026 se instalarán en Alemania nuevos misiles estadounidenses de largo alcance y no se excluye que un razonamiento similar afecte a Italia. "Si un ataque como el de Irán contra Israel hubiera golpeado a Europa, quién sabe qué habría pasado...", señala una fuente gubernamental, confirmando la necesidad de reforzar el paraguas defensivo de la OTAN en Europa.
Una estrategia de dos vías que, según los círculos de Ejecutivo, también se centra en un "crecimiento significativo" de los métodos y tiempos de producción de los sistemas de defensa. Por lo tanto, se vislumbra la consolidación de empresas conjuntas entre industrias de defensa de países aliados, y podrían surgir otras nuevas, como el reciente acuerdo entre los alemanes Rheinmetall y Leonardo para un nuevo tanque.
El objetivo es, por lo tanto, acelerar: porque, como siempre señalan fuentes gubernamentales, "ahora necesitamos dos años para producir los misiles que Rusia produce en dos meses".
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