Pero se abstuvo tras la confirmación de Ursula von der Leyen como jefa de la Comisión Europea, dejando así destellos de diálogo para el juego de los comisarios: hay roles y delegaciones en juego. Y la votación en el Parlamento Europeo.
En el Consejo Europeo, Meloni rechazó "el método y el mérito" de las elecciones, pero evitó fracturas con Forza Italia: "tuvo en cuenta nuestra posición", señaló el viceprimer ministro y canciller, Antonio Tajani.
Lo que actuó como amortiguador entre el gobierno italiano y el PPE (Partido Popular). Una situación que no resultaba muy cómoda para el ministro de Asuntos Exteriores, sobre todo teniendo en cuenta que su nombre circulaba entre los candidatos en caso de que fracasara la opción Von der Leyen bis.
Meloni se ha mantenido fuera de escena por ahora. Para que el resultado llegue a casa, a partir de ahora será fundamental el resultado de las negociaciones con Von del Leyen sobre los roles en la Comisión: desde esta perspectiva, la abstención italiana en el Consejo Europeo podría ser beneficiosa, se dice desde los círculos políticos nacionales.
El objetivo -se argumenta en algunos sectores de la mayoría- sería obtener para Italia una vicepresidencia de la comisión y una delegación poderosa. En primer lugar, uno vinculado a la supervisión del PNRR (el Plan de Recuperación de la UE). Sin embargo, se trata de un resultado que se considera muy difícil de alcanzar: por eso también se habla de una delegación sobre la cohesión o que en cualquier caso tenga relación con el PNRR.
Entre los nombres de los candidatos sigue circulando el del ministro Raffaele Fitto. Actualmente, el Palacio Chigi guarda silencio sobre las posibles estrategias de la Primera Ministra. Para la oposición, sin embargo, no hay ninguna estrategia que se mantenga: "Es la primera vez que Italia juega al escondite, a negociar bajo la mesa", comentó el eurodiputado del PD (PArtido Demócrata) Brando Benifei. "No es digno de Italia, estamos llamados hacerlo peor que Orban", disparó.
El que ocupa los puestos más altos, explicó el eurodiputado del M5S Pasquale Tridico, fue "un euroflop que perjudica a Italia. Nuestro país se ha aislado".
El diputado de la Alianza Verde-Izquierda, Angelo Bonelli, recordó que "Italia siempre ha tenido papeles importantes en Europa. Hoy, debido a las políticas fallidas de Meloni, estamos marginados".
Pero queda partido por jugar. Hay que esperar para una valoración definitiva. En las negociaciones europeas, Meloni también podría poner sobre la mesa los votos de sus eurodiputados cuando, el 18 de julio, la Cámara sea convocada para dar luz verde definitiva a la confirmación de Von der Leyen. Aunque entre los oponentes de la Primera Ministra italiana hay quienes apuestan a que la presidenta de la comisión intentará protegerse, quizás con los Verdes, dado que el universo de la derecha está bastante agitado.
Y luego, manifiestan algunas fuentes, el voto es secreto.
Pero el momento de la verdad llegará a principios de julio, cuando el Parlamento Europeo defina oficialmente la composición de los grupos. El acuerdo sobre los puestos más altos lo alcanzaron el Partido Popular, los Socialistas y los Liberales.
Para Matteo Salvini, secretario de un partido que forma parte del ID (Identidad y Democracia) en Europa, fue "un gesto más de arrogancia y falta de respeto hacia los ciudadanos que pidieron cambios por parte de Bruselas y los burócratas europeos que reconfirmaron el Von der Leyen en equipo con la izquierda y los socialistas, que tanto daño han hecho en estos 5 años".
"Fue un golpe de Estado y la democracia nos exige reaccionar con todos los medios posibles", añadió Salvini. Un análisis que no gustó al aliado del gobierno, el canciller Tajani: "Estas palabras no tienen ninguna influencia a nivel europeo. Son juicios políticos. No es mi lengua, no influyen en el peso de Italia, que es un país fundador de Europa", dijo el jefe de la diplomacia italiana.
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