Acuerdo aplazado hasta el primer Eurocónclave convocado para elegir los altos cargos de la nueva legislatura. No estaba prevista ninguna decisión formal, es cierto, pero se esperaba un acuerdo al menos de principio sobre el esquema, porque la terna de nombres propuestos para los altos cargos se consideraba sustancialmente sólida.
"Tenemos la dirección correcta, pero en este momento no hay acuerdo", dijo el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al término de la cena de líderes. "Es nuestro deber concluir antes de finales de mes", tranquilizó a continuación.
La cuadrilla prevé a Ursula von der Leyen confirmada en la Comisión en alas del triunfo en las elecciones del Partido Popular Europeo (PPE), al socialista portugués Antonio Costa en el Consejo, a la liberal estonia Kaja Kallas en el "ministerio de Asuntos Exteriores" de la UE.
La confirmación de Roberta Metsola en el Parlamento -que, sin embargo, elige de forma independiente- completa el cuadro.
Sin embargo, poco antes del inicio de la cumbre informal, los populares solicitaron cambiar a mitad de mandato el color político del palco del Consejo, como ocurre en la Eurocámara. Un movimiento que podría complicar las cosas, pero que debe leerse en la lógica de las negociaciones, sobre todo el Ejecutivo blusero, incluidas las vicepresidencias.
En resumen, pensar que se podía cerrar la partida antes de que se jugara era ir demasiado lejos.
"No es mi trabajo convencer a Meloni, ya tenemos mayoría con el PPE, liberales, socialistas y otros pequeños grupos, mi sensación es que ya es más que suficiente", había subrayado ya a mediodía el primer ministro polaco, Donald Tusk (uno de los dos negociadores populares), a quienes le preguntaban si había otros equilibrios a tener en cuenta.
"Está claro que no debe haber ningún apoyo en el Parlamento al presidente de la Comisión basado en partidos de derechas y populistas de derechas", fue el muro que levantó el canciller alemán, Olaf Scholz, según el cual las elecciones europeas "han traído una mayoría estable" de las mismas fuerzas políticas "que hasta ahora han colaborado estrechamente en el Parlamento".
"Vivimos tiempos difíciles y es importante saber pronto qué va a pasar en Europa", añadió. La sensación de urgencia es compartida por muchos. La lógica, explican varias fuentes, es la del paquete. La cuadrilla es el resultado de cálculos alquímicos que tienen en cuenta votos, perfiles, zonas geográficas: si cambias los añadidos, el resultado cambia mucho. La danesa Mette Frederiksen, mencionada en el juego previo como candidata a la presidencia del Consejo Europeo, se ha retirado de la contienda.
"Yo -dijo- no soy candidata: Costa es un muy buen colega de la familia socialista". Entonces, por supuesto, la armonía perfecta -y esto es normal- no existe todavía.
El presidente eslovaco, Peter Pellegrini, sustituto del primer ministro Robert Fico, que se recupera tras el intento de asesinato, instó a "tener mucho cuidado con quién representará a la Unión Europea y a la Comisión a nivel internacional, para no crear aún más tensión de la que ya hay". Una clara referencia a Kaja Kallas, la Dama de Hierro del Este, archienemiga de Moscú.
Dicho esto, la primera pieza del rompecabezas es evidentemente la dirección del palacio Berlaymont. Aquí, sin embargo, la cuestión es sólo una. ¿Qué hará Giorgia Meloni? ¿Cuál es su estrategia para ganar puntos? Antes de la cumbre, se reunió con el húngaro Viktor Orban, que describió la situación como "todavía fluida".
"No veo ninguna voz" en el seno del Consejo "que pueda poner en duda el nombre de von der Leyen", dijo, sin embargo, el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, al término de la cumbre, refiriéndose a "un debate positivo" entre los jefes de Estado y de Gobierno.
El propio Orban, sin embargo, fue más allá. "El Partido Popular Europeo", juró el húngaro, "en lugar de escuchar a los votantes, al final se alió con los socialistas y los liberales: llegaron a un acuerdo y se repartieron los puestos de dirección de la UE".
Pero es un hecho que a Ursula le vendrían bien algunos votos más en la Eurocámara, porque la confirmación de los eurodiputados es obligatoria y hay preferencia secreta en este paso (aunque sigue abierta la opción de los Verdes como muleta).
"Ahora hay que dejar macerar las cosas", comentó el presidente francés, Emmanuel Macron, quien añadió que considera "cercano" el acuerdo final.
Sin embargo, Macron subrayó que el acuerdo podría no llegar antes de las elecciones francesas (que se celebrarán el 30 de junio y el 7 de julio).
"Todavía no es nuestro objetivo", aseguró de todos modos.
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