Muchos países clave del Sur Global -como Arabia Saudita, México, India, Brasil, Sudáfrica e Indonesia- no firmaron la declaración final de la cumbre de paz de Lucerna, Suiza.
El comunicado lleva el aval de 80 países, de los 92 presentes con distintos grados de representación. Los países que no aparecen en la lista son: Armenia, Brasil (observador), Colombia, el Vaticano (observador), India, Indonesia, Libia, México, Arabia Saudita, Sudáfrica, Tailandia y Emiratos Arabes Unidos. La lista de firmantes incluye a la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, pero ninguna otra organización internacional.
La cumbre de paz sobre Ucrania afirma, en la declaración final, que "el diálogo entre todas las partes es necesario para poner fin a la guerra". Además, exige el intercambio total de prisioneros de guerra y el retorno de los niños ucranianos deportados de Rusia.
El comunicado final "reafirma la integridad territorial" de Ucrania. También denuncia "la militarización de la seguridad alimentaria".
La Cumbre también hace una advertencia sobre las centrales nucleares, con foco en la de Zaporiyia, bajo continua amenaza."Cualquier uso de la energía nuclear y de las instalaciones nucleares debe ser seguro, protegido y respetuoso con el medio ambiente. Las centrales e instalaciones nucleares ucranianas, incluida la central nuclear de Zaporiya, deben funcionar de forma segura bajo el control total soberano de Ucrania y de conformidad con los principios del AIEA (la Agencia Internacional de Energía Atómica, NDR) y bajo su supervisión". Es lo que se lee en el comunicado final de la cumbre de paz en Ucrania. "Cualquier amenaza o uso de armas nucleares en el contexto de la guerra en curso contra Ucrania es inaceptable", añade.
"Ningún país aceptaría jamás los vergonzosos términos de (Vladimir) Putin. El camino hacia una paz real requiere determinación, al final será Ucrania quien decida los términos de una paz justa. Pido a Rusia que escuche la voz de la comunidad internacional", afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al final de la cumbre de paz.
"Estamos en guerra, no tenemos tiempo, el trabajo para la próxima cumbre debe llevar meses, no años", remarcó, a su turno, Volodimir Zelensky y precisó que ya había propuesto la creación de "grupos de trabajo". "Cuando estemos listos, habrá una nueva cumbre y algunos países ya se han ofrecido a acogerla", aseveró el mandatario ucraniano.
Estos grupos de trabajo, según Zelensky, podrían ser acogidos por diferentes países, y serán de distintos niveles, tanto de "asesores" -como en las primeras fases del proceso que condujo a la cumbre de Lucerna- como de "ministros".
Trabajaremos en "temas específicos", añadió. "Es importante que todos los participantes apoyen la integridad territorial de Ucrania, de lo contrario no habrá paz", completó Zelensky.
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