En el ranking de los 36 países más vulnerables, Filipinas ocupa el primer lugar con 12 mil millones en daños que, sin embargo, representan el 3% del PIB, de la riqueza producida en un año por el país.
Estados Unidos, segundo en el ranking con relación al PIB que perdió un 0,4%, ocupa el primer lugar en términos absolutos con daños de 97 mil millones.
Italia está en el puesto 17, con una pérdida del 0,11% del PIB, un valor cercano a los 2.300 millones en valores absolutos: en 2023, en particular, fue el país europeo más golpeado por los temporales y tormentas -como lo demuestra la inundación en Emilia-Romaña- y el granizo en el norte de Italia, con pérdidas aseguradas por más de 3 mil millones de dólares, las más altas jamás registradas en la Península.
Debido a estos fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático, "entre 2013 y 2022 Italia sufrió daños por valor de 37 mil millones de dólares, de los cuales solo 5 estaban asegurados - afirmó el informe - lo que significa un 'déficit de protección', una ausencia de protección igual al 87% de los casos".
En general, los países con notables brechas en la protección de seguros y en la que la adopción de medidas de mitigación de las pérdidas y de adaptación van en retraso respecto a la tasa de crecimiento económico, son los más expuestos al riesgo financiero por la intensificación de los riesgos.
Según el informe, las economías asiáticas de rápido crecimiento, como Tailandia, China, India y Filipinas, son las más vulnerables.
Frente a fenómenos meteorológicos tan desastrosos, Jérome Jean Haegeli, economista jefe del grupo Swiss Re, observó lo "crucial que es adoptar contramedidas", "reducir preventivamente los riesgos e incentivar la asegurabilidad".
El sector asegurador puede desempeñar un papel importante catalizando las inversiones directamente, como inversor a largo plazo, e indirectamente, a través de la suscripción a los proyectos que hagan que las empresas estén más protegidas".
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