Ahora deberá pasar unos tres meses de convalecencia en reposo.
El rey Carlos III lleva tres días hospitalizado en la misma clínica, tras haber sido sometido a una operación rutinaria de próstata durante el fin de semana.
Kate salió del hospital de forma discreta, sin aparecer en público ni revelar ninguna imagen.
En una breve nota difundida por el Palacio de Kensington, residencia oficial de los Príncipes de Gales, se afirma que la princesa está mejorando, pero los indicios de una larga convalecencia, por tiempo indefinido, durante el cual se espera que se ausente de cualquier Compromiso dinástico.
Una convalecencia que, al menos inicialmente, la esposa de William pasará en una residencia real en Windsor, fuera de la ciudad, más recóndita que la que ocupa habitualmente con su marido y sus tres hijos (los príncipes George, Charllote y Louis, de 10 , 8 y 5 años) en el Palacio de Kensington, en el corazón de Londres.
"La Princesa de Gales ha regresado a su hogar en Windsor para continuar su recuperación de la operación y está haciendo buenos progresos. El Príncipe y la Princesa desean expresar un enorme agradecimiento a todo el equipo de la Clínica de Londres, especialmente al personal de enfermería, por su cuidado. La familia Galles continúa agradecida por los buenos deseos recibidos de todo el mundo", dice una nota.
Kate, según comunicó al día siguiente de la operación, pidió la máxima confidencialidad sobre sus condiciones e invocó el respeto a la privacidad para proteger también a sus hijos.
Fuentes no oficiales citadas por los tabloides se limitaron a descartar inmediatamente un cáncer, aunque esta indiscreción nunca fue confirmada formalmente por el Palacio.
Mientras tanto, los mismos tabloides se han ejercitado en los últimos días en toda una serie de conjeturas, basadas en hipótesis de especialistas y médicos que desconocen los historiales médicos, sobre posibles diagnósticos compatibles con los tiempos indicados: desde el de una extirpación preventiva del útero, hasta la de una forma grave de divertículos.
Según declaró la corte l inicio de su hospitalización, la Princesa de Gales permanecerá en reposo, alejada de cualquier actividad pública, al menos hasta "después de Semana Santa", que este año cae el 31 de marzo. Pero la BBC hoy es aún más cauta y se refiere genéricamente a "unos meses" de convalecencia.
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