Los desembarcos tuvieron lugar en las islas de La Gomera y El Hierro: En el primer caso, se trató de una embarcación con 60 personas a bordo, mientras que en el segundo, fueron dos "cayucos" (barcos de pesca utilizados en la costa del África occidental), uno con 110 y otro con 73 personas a bordo.
Mientras tanto, el Ministerio del Interior español ha actualizado al 31 de diciembre los datos sobre los arribos irregulares de migrantes en el 2023: en total fueron 56.852, 25.633 más que en 2022. De esta primer cifra, casi 40.000 corresponden a desembarcos en las Islas Canarias (que en el año anterior fueron poco más de 15.000).
Por otra parte, el cuerpo de un inmigrante, probablemente muerto en el intento de nadar hasta Ceuta, un enclave español en Marruecos, fue recuperado hoy por los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil a 500 metros de la costa.
El pasado 17 de noviembre un gran grupo de más de mil inmigrantes intentó traspasar la doble barrera de protección de la frontera del enclave, pero ninguno logró llegar a territorio ibérico debido a la intervención de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas.
A su vez, los servicios de emergencia españoles han recuperado cinco cuerpos de migrantes muertos a bordo de una embarcación, mientras intentaban nadar a las Islas Canarias.
Estas cinco personas formaban parte de un grupo a la deriva a 289 kilómetros al sur de la isla de El Hierro, avistados por las autoridades ibéricas el sábado pasado.
Una vez que llegaron a ese punto, los equipos de rescate lograron salvar a 15 sobrevivientes. Los cadáveres de los compañeros de viaje que no lo lograron fueron dejados temporalmente a bordo del pequeño casco, dadas las dificultades para recuperarlos en ese momento.
Al llegar a tierra, algunos sobrevivientes informaron a las autoridades españolas que entre 30 y 40 personas han muerto durante el viaje y que sus cuerpos fueron arrojados al mar.
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