"Las acciones unilaterales de las ONGS alemanas no ayudan al acuerdo sobre migrantes", puntualizó en un tuit, Manfred Weber (político alemán de la Unión Social Cristiana de Baviera y del Partido Popular Europeo, diputado del Parlamento Europeo), el día después de un nuevo choque entre Roma y Berlín y del renovado estancamiento relativo al dosier migración.
El tuit del político del PEE, en un abrir y cerrar de ojos recorrió los edificios políticos italianos y decide, de esta manera, colocarse junto a la premier Giorgia Meloni y Antonio Tajani, su colega de partido en el PPE.
El líder del Partido Popular no se mueve al azar y su movimiento, además de incitar a sus oponentes políticos en el gobierno alemán, tiene un objetivo subyacente: reducir la distancia entre la derecha en el diálogo y los moderados pro-UE en un tema, el de la inmigración, sobre el que los europeístas se juegan mucho en las próximas elecciones europeas.
Y no es casualidad que Ursula von der Leyen y Charles Michel, ambos en Malta para el MED 9, no hayan proferido palabra acerca del litigio entre Italia y Alemania sobre las ONGS.
El riesgo de que la normativa acerca de la crisis y, por consiguiente de la totalidad del Pacto sobre Migración, se encamine a un callejón sin salida es altísimo. Y la aguja del reloj europeo muestra claramente la hora límite para la aprobación formal del Pacto: las primeras semanas de la presidencia belga que comenzará en enero. Luego Europa se verá envuelta en una campaña electoral donde cada dosier puede convertirse en una potencial bomba de relojería.
Y entonces aquí la toma de posición de Weber: "Podemos reducir la inmigración ilegal solo si trabajamos juntos. Todos deben cumplir un esfuerzo para trabajar en la adopción del Pacto sobre Migración", fue su mensaje.
Simultáneamente, la Comisión UE, sin efectuar algún comentario arriesgado, subrayaba un concepto de que ciertamente el gobierno italiano no está complacido: "El objetivo debe ser aquel de salvar vidas, es importante que las ONGs coordinen sus actividades con las autoridades estatales", explicaba una vocera del ejecutivo europeo.
En el compromiso español negociado con Alemania no figura, en verdad, una normativa ad hoc relativas a las ONGs, El texto se limita a excluir sus actividades en el mar a aquellas situaciones de instrumentalización de la migración que harían iniciar la regulación sobre las crisis. Empero, el intento de mediación fracasó.
Es probable que se hable al margen de la cumbre de Granada del jueves y viernes próximos, que tiene en la mesa el informe migración. Es allí que los jefes europeos apuntar a clarificar el horizonte de la tratativa para llegar a un entendimiento a más tardar en el Consejo de Asuntos Internos del 19 de octubre.
La orden de escudería, repetida también por Renew y S&D y compartida por el PPE, es una: finalizar el Pacto antes de la campaña para las elecciones europeas y quitar una arma a los países Visegrad y "a los populistas y demagogos" de extrema derecha.
En la Eurocámara la fractura entre la mayoría europeísta y los soberanistas de ID es incurable. Es una fractura de la que Weber pretende liberar a Meloni, al menos en lo relativo a una serie de temáticas.
Ciertamente, en Bruselas tienen bien claro que sin Alemania o Italia un acuerdo sobre el Pacto no podrá existir. Sin contar el acertijo de la minoría de bloque que, desde el lunes próximo, si Robert Fico gana las elecciones eslovacas, podría tener a Bratislava sólidamente junto a los contrarios y junto también a Viena, Budapest, Praga y Varsovia.
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