Polonia, Rumania, Eslovaquia, Hungría y Bulgaria declararon la semana pasada querer que la Unión Europea prorrogue la prohibición a las importaciones, que vence el 15 de septiembre, hasta fines de a ño y amenazaron adoptar medidas individuales si la UE no actúa.
"Estamos absolutamente contrarios porque esta medida violará las reglas del mercado común"; dijo el ministro Kuleba durante una visita a Praga.
"Violará el acuerdo de asociación Ucrania-UE, pero sobre todo irá contra el principio de solidaridad sobre aquella que se basa la Unión Europea", dijo a los periodistas.
Kuleba resaltó que su país está listo a trabajar con los cinco miembros de la UE para alcanzar una solución, instándolos a "no afrontar la cuestión de la exportación de grano en óptica de polémica interna, porque sobre todo Polonia se prepara para las elecciones generales.
"Si se comportan de este modo, no nos dejarán otra posibilidad más que aquella de defender ferozmente nuestros derechos y a aquellos de los agricultores", añadió Kuleba.
A pesar de estar aliada con Ucrania, Polonia se enfrentó con Kiev por las importaciones de cereales: el asesor presidencial polaco, Marcin Przydacz, dijo el mes pasado que Varsovia prioriza "los intereses de los agricultores polacos" e instó a Ucrania a "apreciar el papel desempeñado por Polonia" en el apoyo al país devastado por la guerra.
Kiev reaccionó convocando al embajador polaco ante el ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano.
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