A su juicio, "el debate monarquía-república" se tiene que plantear antes de que la heredera de la Corona, la Princesa Leonor, que el 31 de octubre cumple 18 años, contraiga matrimonio.
Esto es así por la necesidad, subraya Zarzalejos, de cambiar el Título II de la Constitución, que da prevalencia al hombre sobre la mujer en la sucesión del trono.
"Si Leonor tuviese una niña y luego un niño, éste tendría derecho a ser heredero, pero no aceptaríamos que hubiese tal discriminación", sostiene.
El mecanismo para su modificación es complejo, pues requiere la mayoría de dos tercios de cada Cámara, su disolución anticipada, una convocatoria de elecciones generales y la celebración de un referéndum popular de ratificación. "En ese momento se abriría un debate entre monarquía y república. Es muy delicado, pero hay que hacerlo", sostiene el periodista, autor del libro "Felipe VI, un rey en la adversidad" (Planeta).
En el artículo 1 de la Constitución, de 1978, se dice que España es un reino, así que "cambiar la monarquía por la república sería una revolución en términos pacíficos", pues "no sería una reforma de la Constitución, no bastaría, sino que sería hacer o no un proceso constituyente".
A su juicio, "en España no hay republicanos suficientes" y "mientras la derecha española no sea republicana no habrá república. Si la derecha cambiase y se fuese hacia el republicanismo, estaríamos en otra situación".
Mientras el conservador Partido Popular (PP) y el partido socialista (PSOE) "no viren hacia el republicanismo, no veo en el horizonte un proceso constituyente", sostiene.
Por lo tanto, Zarzalejos dice no tener "la seguridad al 100% de que Leonor vaya a reinar, pero sí es lo más probable", afirma.
Además, en España solo ha habido dos repúblicas (entre 1873-1874 y entre 1931-1939), y "siempre hemos tenido monarquía.
La monarquía en España es idiosincrásica, es un rasgo característico del país".
Actualmente, encuestas internas de la Casa Real, dice, arrojan "una buena reputación" a Felipe VI, de alrededor de un 7, mientras que "la monarquía como institución desciende a niveles de un aprobado justo".
Esto es así porque "los últimos años del reinado de Juan Carlos I, desde finales de los años 90 hasta su abdicación, en 2014, se creó una sensación negativa sobre la institución".
Juan Carlos I "perdió el sentido de la realidad y además estuvo mal asesorado", señala.
El ex jefe de Estado, de 85 años, ha sido investigado por el supuesto cobro de comisiones por la adjudicación del Ave de La Meca, por las donaciones que recibió del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause a través de tarjetas opacas y por manejar presuntamente fondos en el paraíso fiscal de Jersey.
Además, su ex amante Corinna Larsen presentó contra él una demanda en Londres por acoso.
Juan Carlos I "fue un gran estadista y sin embargo fue un hombre muy vulgar", afirma Zarzalejos, quien dice sentir "decepción", al igual que hay "un shock emocional por parte de una generación que tuvo muy buena opinión de él".
El ex jefe de Estado se expatrió en agosto de 2020 a Abu Dabi "por decisión de Felipe VI" pues su padre era "un foco negativo para él, por lo que era conveniente que se alejara".
La salud de Juan Carlos I "es aceptable, su principal problema es la movilidad a causa de la osteoporosis. Pese a haber sido sometido a 19 operaciones se ha recuperado. Si empeorase de forma irreversible, iría a España. No va a morir en el extranjero", afirma.
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