Creada en 1976 en la entonces Unión Soviética por algunos disidentes rusos encabezados por el físico soviético Yuri Orlov, el Moscow Helsinki Group en el curso de los años monitoreo la aplicación por parte de Rusia de los acuerdos de Helsinki, firmados en 1975 por la URSS, Estados Unidos, y los países europeos, que se comprometieron así a respetar los estándares internacionales sobre derechos humanos.
En particular, durante los últimos años de la URSS, recogió información acerca de las violaciones de los derechos humanos en perjuicio de ciudadanos soviéticos para comunicarlas a los medios extranjeros y a los gobiernos de los 35 estados firmantes de los Acuerdos de Helsinki.
"Nuestras notas eran interceptadas y, por lo tanto, comenzamos a pedir a los periodistas extranjeros que trabajaban en la URSS enviar estas informaciones a los diarios y los gobiernos de sus países", comentó Ludmila Alexeyeva, una disidente de la era soviética, que encabezó el grupo desde 1996 hasta el día de su muerte, en 2018.
Cuando Alexeyeva festejó su cumpleaños número 90, el presidente Vladimir Putin fue a visitarla a su casa. "Estoy agradecido por todo aquello que hiciste por un enorme número de personas en nuestro país", le dijo. Ahora los tiempos cambiaron y el tribunal estableció que el Moscow Helsinki Group violó su estatuto, al tener al menos 11 eventos fuera de la capital.
El abogado del grupo, Genry Reznik, anunció que apelará el cierre, y afirmó que "la sentencia del tribunal es ilegítima".
Reznik recordó asimismo que ya en 1982, luego de que la mayor parte de los miembros del grupo fuera arrestado u obligado a emigrar, el trabajo de la ONG cesó, pero se reanudó siete años después.
"Espero solo -dijo- que esta vez se necesite menos tiempo".
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