El operativo se realizó en la madrugada en el oeste del país. Las primeras sospechas se centraron en el mayor de los dos, un hombre de 32 años que presuntamente intentó obtener cianuro y ricina que servirían para atacar.
Los agentes antiterroristas lo sorprendieron mientras dormía, junto con su hermano, y los detuvieron.
En registros posteriores de su apartamento en el primer piso de un edificio recientemente renovado en la ciudad de Castrop Rauxel, los investigadores dijeron que no se encontraron sustancias venenosas ni rastros de contaminación. Por la noche, sin embargo, el fiscal general también ordenó la detención de su hermano, al considerarlo involucrado en el asunto.
"En Alemania el peligro de atentados islámicos no ha desaparecido", advirtió la ministra del Interior, Nancy Faeser, sin entrar en los detalles del caso concreto, sobre el que se está investigando.
"Teníamos indicios de una situación cada vez más grave, tanto que tuvimos que decidir intervenir en la noche sin perder tiempo", explicó el concejal de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul.
Según Bild, la alarma para los alemanes habría venido de agentes estadounidenses del FBI. El joven de 32 años no habría podido reunir el material necesario para un atentado durante las fiestas navideñas, como le hubiera gustado. Pero su plan habría estado en una etapa muy avanzada, según fuentes del tabloide.
Los dos jóvenes iraníes habían llegado a Alemania en 2015, año en que la República Federal abrió sus puertas a más de un millón de refugiados, en su mayoría de Siria.
Un flujo de migrantes que puso en grandes apuros a Angela Merkel, cuyo poder flaqueó gravemente por primera vez, debido a un fortísimo choque político en la familia conservadora. Los iraníes no habrían actuado por mandato de las autoridades de Teherán, consideró el fiscal general, pero se sospecha que el joven de 32 años forma parte de una organización terrorista sunita.
En su apartamento, los agentes se presentaron con precauciones especiales -trajes especiales y máscaras antigás- por temor a entrar en contacto con un ambiente potencialmente contaminado por sustancias tóxicas.
También estuvieron en el lugar expertos del Instituto Robert Koch, ya que el cianuro y la ricina, las sustancias señaladas en el aviso estadounidense, son venenos particularmente potentes, utilizados precisamente para armas biológicas.
"Alemania sigue estando en el espectro de objetivos de las organizaciones terroristas islamistas", instó la ministra socialdemócrata Faeser en un comunicado emitido por el Ministerio del Interior, en el que subrayó que los atacantes individuales siguen siendo una amenaza para el país y "podrían estar preparándose ataques en cualquier momento", añadió.
Desde el año 2000 se han evitado 21 atentados de origen islámico gracias a la intervención de la policía. El último importante fue el del mercado navideño de Berlín, en Breitscheidplatz, el 19 de diciembre de 2016, donde el tunecino Anis Amri arrojó un camión contra la multitud, matando a 12 personas, entre ellas la italiana Frabrizia di Lorenzo, e hiriendo a otros 56 transeúntes.
La noticia de las detenciones de hoy podría encender aún más el debate sobre la falta de integración de los inmigrantes, relanzado en los últimos días por los violentos ataques a policías y bomberos, ocurridos en Berlín y otras ciudades alemanas en la víspera de Año Nuevo.
De hecho, la policía de la capital ha revelado que la mayoría de los atacantes tenían un origen migratorio, reiniciando una discusión frecuente en Alemania, que tanto necesita a los inmigrantes debido a la falta de mano de obra.
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