(ANSA) TEL AVIV - Israel responderá a Irán y el ataque podría ser "inminente". A poco menos de 48 horas de que una lluvia de drones y misiles llegara al territorio del Estado judío, el gobierno de Benjamín Netanyahu parece haber tomado su decisión, mientras Teherán -que ya puso sus defensas aéreas en alerta máxima- advirtió que la eventual acción armada de Israel esta vez "tendrá una respuesta muy dura".
"Irán deberá esperar nerviosamente sin saber cuándo podría llegar el ataque, como le hizo hacer a Israel", dijo Netanyahu tras una reunión con los ministros del Likud. "Responderemos, pero lo haremos de manera sabia y no instintivamente", agregó.
La operación hacia la que se dirige Israel choca con la fuerte oposición estadounidense y la de sus aliados, que lo apoyaron para derribar el 99% de los proyectiles lanzados por Teherán.
El presidente estadounidense, Joe Biden, que había frenado la reacción israelí a primera hora, reiteró claramente que "debe evitarse una escalada en Medio Oriente" al recibir al primer ministro iraquí, Mohammed Shiaa Al-Sudani, en la Casa Blanca.
Mientras que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, después de que se filtraran rumores sobre una posible coordinación entre Jerusalén y Washington, aclaró que "el gobierno israelí decidirá por sí solo si habrá y cuál será la respuesta" al enfrentamiento iraní.
"Estados Unidos no está involucrado", subrayó Kirby, para luego definir la ofensiva de Teherán del sábado como "un fracaso espectacular", casi como para halagar a su aliado israelí, negando que Teherán "haya proporcionado a Estados Unidos tiempos y objetivos" de los raides. "No hay otra elección más que responder al ataque de Teherán", dijo el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, al jefe del Pentágono, Lloyd Austin.
Y también el comandante de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, confirmó que "la respuesta estará".
"Lanzar tantos drones y misiles sobre nuestro territorio tendrá su respuesta", advirtió.
Si la reacción armada parece obvia en este momento, será crucial entender cómo reaccionará Teherán.
El gabinete de guerra, que ya dedicó dos reuniones al expediente Irán y otra está prevista para el martes, estudia "diferentes opciones". Cada una de ellas, explicó Halevi, representa "una respuesta dolorosa" para los iraníes, sin correr el riesgo de desencadenar "una guerra regional".
En el pequeño grupo de ministros -de Netanyahu a Gallant y Benny Gantz- que deben tomar la decisión, el objetivo es elegir una opción que "no esté bloqueada por Estados Unidos" y que esté dentro de un camino viable.
Israel, señalaron también muchos analistas locales, no puede ignorar por completo las preocupaciones de Estados Unidos y otros aliados occidentales sobre una escalada que tendría consecuencias devastadoras para la región y más allá.
Así, los distintos escenarios van desde un contraataque directo en territorio iraní, pasando por operaciones dirigidas contra los aliados del régimen de los ayatolás en la región, hasta acciones selectivas contra los líderes de la Guardia Revolucionaria.
En la primera hipótesis, la más peligrosa, en la mira podrían terminar los emplazamientos vinculados a la central nuclear iraní, cuyo programa, según el primer ministro británico, Rishi Sunak, "nunca estuvieron en una fase tan avanzada".
Irán, por su parte, avisó a Israel. "El ataque limitado del sábado por la noche -afirmó el canciller Hossein Amirabdollahian, en una conversación telefónica con su homólogo ruso, Serghei Lavrov- tenía como objetivo advertir, desalentar y castigar al régimen sionista. Pero si Israel toma nuevas medidas contra Irán, se enfrentará a una respuesta mucho más fuerte".
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