(ANSA) ROMA - A falta de informes sobre la planificación de ataques contra objetivos italianos, la acción de un lobo solitario es el principal riesgo que surgió hoy en la mesa del Comité Nacional para el Orden y seguridad pública convocada por el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, tras el ataque de Irán a Israel.
Por esta razón, además de los tradicionales objetivos sensibles: sitios israelíes, oficinas diplomáticas, el Vaticano, monumentos, aeropuertos, estaciones, etc, también se presta la máxima atención a los acontecimientos que atraen a multitudes: conciertos, eventos, pero también eventos deportivos.
Hay que prestar atención, pues, a la posible infiltración de personas peligrosas en los flujos migratorios irregulares, en particular a lo largo de la ruta de los Balcanes, donde actúan grupos yihadistas.
La tensión cada vez más elevada en Oriente Medio exige una actualización continua de las medidas de prevención y contraste, ya elevadas a niveles máximos después del 7 de octubre.
Piantedosi convocó así a los jefes de las fuerzas de inteligencia y policiales al Ministerio del Interior para evaluar el estado de la amenaza. La indicación del ministro fue coordinar para fortalecer todas las actividades de prevención.
No se desprenden novedades particulares de la información evaluada por el Comité de Análisis Estratégico Antiterrorista: el seguimiento sigue centrándose en entornos de riesgo: círculos islamistas, prisiones, combatientes extranjeros repatriados.
En los últimos meses, se han producido con frecuencia expulsiones y detenciones. Hace una semana, en Fiumicino fue bloqueado un tayiko de 32 años que, según una "alearta roja" emitida por Interpol, es considerado un "miembro activo de ISIS".
Pero más que las células organizadas, lo preocupante son los individuos que pueden activarse de forma autónoma y sin previo aviso, fomentados por la fuerte propaganda en línea que ha recuperado fuerza en clave antiisraelí y antioccidental.
En estos casos, las actividades de prevención poco pueden hacer. Son precisamente los lugares llenos de gente los que pueden garantizar resultados máximos a estos terroristas, incluso sin el uso de armas sofisticadas y una planificación estructurada.
El prefecto de Roma, Lamberto Giannini, que reunió ayer al comité provincial de orden y seguridad con el objetivo de actualizar las medidas, aseguró también que "gran atención" se presta también a los "eventos deportivos", con un control "espectador por espectador".
También porque recuerdo que en noviembre de 2015, durante los ataques al teatro Bataclan, hubo un intento de atentado en el Estadio de Francia. Cada evento es estudiado y analizado y se crean servicios para gestionarlo con seguridad.
Naturalmente, cobertura de primer nivel a los objetivos judíos de la capital. "Es difícil aumentarla aún más", subrayó Giannini.
En las prefecturas de las principales ciudades se celebraron reuniones similares para evaluar los riesgos. En Milán, los controles se han reforzado con vistas al Salone del Mobile y a la Semana del Diseño, que atraerán a miles de visitantes. En Venecia, por la Bienal y se reforzó la seguridad en la Plaza San Marco.
Y también se presta atención a quienes llegan a Italia de forma irregular. Si por mar el sistema de control está muy extendido y es muy difícil escapar a la identificación, la interceptación de todos aquellos que intentan cruzar las fronteras terrestres es más problemática.
Está bajo vigilancia especial la frontera con Eslovenia, que según la información de los servicios es un posible canal de entrada de elementos yihadistas. Desde el 21 de octubre se han restablecido los controles en esa frontera: más de 1.300 personas han sido rechazadas y unas 120 arrestadas.
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