En la Constitución de Italia hay "una declaración solemne: el repudio a la guerra como instrumento de ataque a la libertad de otros pueblos y como medio de solución de controversias internacionales", afirmó hoy enfático el presidente Sergio Mattarella.
"Estas son las pocas palabras del artículo 11 que contiene las razones, las premisas del papel y las posiciones de nuestro país en la comunidad internacional: tender puentes de diálogo, colaboración con otras naciones, respeto a cada pueblo", añadió al hablar en Cassino, región del Lazio, durante la ceremonia conmemorativa del 80º aniversario de la destrucción de la ciudad en la Segunda Guerra Mundial.
"Mientras surge un sentimiento de piedad hacia los muertos, hacia las víctimas civiles, solo puede surgir, al mismo tiempo, un movimiento de repulsión por parte de todas las conciencias por la destrucción de un territorio y de sus recursos, por la aniquilación de las familias que allí vivían, siguiendo la lógica ciega de la guerra, la de la reducción del enemigo a la nada, sin ningún respeto por las víctimas inocentes", amplió Mattarella.
"El duelo y el sufrimiento, pagados en gran medida por la población civil inocente, a partir de desastroso bombardeo del 15 de febrero contra la Abadía, en el que, junto con los monjes, perecieron familias desplazadas, así como muchas personas que se habían refugiado allí confiando en la inmunidad de un edificio religioso, expresión universalmente conocida de la alta cultura.
La guerra no puede detenerse en el umbral de la barbarie", subrayó al evocar los hechos de Cassino que cobran actual vigencia en otras guerras, como la de Ucrania y GAza.
"La nueva Abadía tiene la misma vocación, pero también pretende ser prueba de una mayor conciencia de los horrores de las guerras y de cómo Europa debe asumir un papel permanente en la construcción de una paz basada en la dignidad y la libertad.
Esto nos desafía. Estamos pasando por meses amargos, ahora años", apuntó el presidente de la República Italiana.
"Contábamos con que Europa, fundada sobre una promesa de paz, no experimentaría más guerras", reflexionó luego.
"Cassino expresa un doloroso recordatorio de lo devastadora y destructiva que puede ser la guerra, pero también es una advertencia para no olvidar nunca las consecuencias del odio, el cinismo y la voluntad de poder que se manifiesta en el mundo. Cassino, una ciudad mártir. Cassino, una ciudad de paz.
Este es el mensaje fuerte e intenso que sale hoy de aquí. Este es el objetivo al que aspirar. Esta es la naturaleza de Europa, su vocación, su identidad. Esta es la lección que debemos mantener viva, custodiar, transmitir", completó Mattarella.
La Abadía de Montecasino es una abadía benedictina situada en la cima de una colina del Valle Latino, a unos 130 km al sur de Roma, cerca de Cassino y a unos 520 metros de altitud. Es célebre por ser el lugar donde San Benito de Nursia estableció su primer monasterio, origen de la orden benedictina, alrededor del año 529, y por ser el lugar de varias batallas hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.
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