Las mujeres avanzan en el reto de trabajar en primera línea para hacer realidad el sueño más ambicioso de producción de energía limpia: la fusión.
"Llega un momento en la vida en el que hay que dar algo.
Recibí mucho de todo, desde el Perú donde nací hasta Europa donde vivo ahora: la cuestión es devolverle la retribución a la sociedad y a la vida", declaró a ANSA Milena Roveda, directora general de Gauss Fusion, una empresa creada en 2022 por sociedades de Francia, Alemania, Italia y España, más la Universidad Técnica de Múnich. Ahora se trabaja para seleccionar posibles ubicaciones para la primera central europea de energía de fusión capaz de inyectar un gigavatio de energía a la red eléctrica.
Se trata de un sector "en el que las mujeres todavía son pocas, pero quienes trabajan allí están muy bien formadas", observó Roveda.
Los ejemplos que tiene en mente son Fabiola Gianotti, al frente de la Organización europea para la investigación nuclear (CERN), y Paola Batistoni, responsable de la sección de Desarrollo y promoción de la fusión de la Agencia nacional para las nuevas tecnologías, la energía y el desarrollo sostenible (ENEA).
Trabajar en un sector de frontera como el de la energía de fusión es un reto para el que Roveda trabaja a tiempo completo: "todo el día, siete días a la semana".
De Alemania, donde vive, viajó a Italia: "Estoy de vacaciones en Venecia, pero para mí esto significa simplemente trabajar mirando el mar".
El trabajo, de hecho, es su elección de vida: "Tengo un gran respeto por las mujeres que eligieron tener una familia y compaginarla con una carrera. Yo no pude, mi elección fue dedicarme a mi trabajo".
Esa decisión la tomó muy temprano, desde su infancia y luego desde sus primeras experiencias laborales en Perú, donde su padre italiano se había mudado desde Biella con su familia cuando él era muy joven.
Luego del colegio alemán en Lima y el inicio de su vida laboral, en una época en la que "al ver a una mujer trabajando me preguntaban si era secretaria de alguien", comenzó su carrera como gerente en el sector farmacéutico.
Pronto la llevó a Europa, primero al Reino Unido, luego a Alemania y a Milán.
"Allí descubrí mis raíces y comencé a sentirme italiana".
Entonces vino la decisión de cambiar completamente el sector. Abordar la fusión supuso un cambio radical: "este proyecto me interesó mucho desde el principio", sobre todo, porque abordar un tema como este significa "hacer algo por las generaciones que vendrán después de nosotros".
"La fusión -concluyó- será el punto de inflexión de la humanidad. Una vez que la tengamos en la red eléctrica, será la derrota de la pobreza".
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