La renovación del contrato nacional de la industria alimentaria italiana 2023-2027 entre Fai-Cisl, Flai-Cgil, Uila-Uil, y las asociaciones de empresas del sector, se firmó anoche.
Lo informaron este sábado los sindicatos que, tras cuatro días de negociaciones ininterrumpidas, llegaron a un acuerdo sobre el que expresan plena satisfacción por los resultados obtenidos en línea con los objetivos de la plataforma, especialmente en materia de salario, bienestar y lucha contra la precariedad.
El nuevo acuerdo prevé un aumento de 280 euros para la parte económica.
El primer tramo parte del 1 de diciembre de 2023 con un aumento de 75 euros, ya en los primeros 14 meses de aplicación del contrato, los trabajadores van a recuperar un importe de 170 euros, el 60% del aumento total previsto.
Para los casos de falta de negociación de segundo nivel se añaden otros 15 euros mensuales a los ya previstos.
Además, se mejora la dotación del bienestar contractual, con un aumento de 4 euros para el fondo complementario sanitario Fasa como garantía de mayores prestaciones.
Para el fondo de previsión complementaria Alifond, la contribución a cargo de las empresas llega al 1,5% (+0,3%, equivalente a 6 euros). También se refuerza el fondo de apoyo a la licencia de maternidad y paternidad.
Importantes fueron los resultados también sobre la reducción del tiempo de trabajo, que en el sector alimentario no sufrió modificaciones, a nivel nacional, desde hace 30 años: a partir del 1 de enero de 2026 quienes realizan turnos de 18 y 21 horas tendrán una reducción de 4 horas a la que se sumarán otras 4 horas al año siguiente.
Mientras, a partir del 1 de enero de 2027 la reducción de 4 horas se aplicará a todos los trabajadores y trabajadoras.
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