A principios de mes, algunos soldados entraron con antiguos transistores en la red de túneles creada por Hamás bajo Gaza para comprobar si era posible recibir programas de radio incluso en las entrañas de la tierra.
Karhi, citado en los medios, afirmó que los programas AM se escuchaban hasta una profundidad de 10 a 12 metros bajo tierra, por lo que ordenó reforzar al máximo esas retransmisiones, con la esperanza de relanzar mensajes de aliento a los rehenes y en beneficio de las tropas que operan en Gaza.
En noviembre, algunos rehenes que regresaban de Gaza informaron haber escuchado programas de radio israelíes durante su cautiverio: no dentro de los búnkeres, sino dentro de los apartamentos civiles donde los mantenían.
Desde entonces, en numerosas entrevistas, las familias de los rehenes han enviado mensajes directos a sus familiares en Gaza, con la esperanza de que tengan un dispositivo disponible para escucharlos.
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