Debemos
traer a casa a todos nuestros rehenes, los vivos y los muertos.
Pero Hamás rechazó todas las propuestas estadounidenses y no
teníamos otra opción", aseguró el embajador de Israel en Italia,
Jonathan Peled, en una entrevista con ANSA.
Peled explicó así la decisión del gobierno del premier
israelí, Benjamin Netanyahu, de reanudar la guerra en la Franja
de Gaza, poniendo fin a la tregua iniciada en enero y mientras
las conversaciones para pasar a la segunda fase del acuerdo
estaban estancadas.
"La reanudación de la campaña militar se decidió en
coordinación con la administración (del presidente Donald)
Trump, tras consultas.
Y después de que Estados Unidos
presentara a Hamás dos propuestas de acuerdo diferentes" que
fueron rechazadas, subrayó el embajador.
Por su parte, la facción palestina afirma no haber "cerrado
la puerta a las negociaciones", le preguntamos.
"Lamentablemente -respondió Peled- Hamás no es creíble,
utiliza el terror psicológico, difunde mentiras y noticias
falsas, mientras nosotros somos un país democrático que lucha
por su defensa y seguridad".
Es difícil predecir cuánto tiempo durarán las incursiones en
la Franja, pero el objetivo -explicó el embajador- es claro: "La
guerra durará hasta que Hamás libere a los rehenes o se rinda o
pida la reanudación de las negociaciones, lo que fue rechazado
al final del alto el fuego".
"Por supuesto, sus familiares están muy, muy preocupadas,
pero tuvimos que elegir entre dos males, fue una decisión muy
difícil de tomar. No pudimos traerlos a todos a casa a través de
negociaciones. Hamás, 17 días después del final del alto el
fuego, no quería continuar con las liberaciones. Por lo tanto,
la presión militar es la única manera que tenemos para traerlos
a casa. Y al mismo tiempo evitar que Hamás recupere el poder en
la Franja".
Peled también destacó otro problema "que debe tenerse en
cuenta": "Durante todo el período de alto el fuego, 25.000
camiones de ayuda entraron en Gaza. Pero la ayuda humanitaria,
que debía llegar a la población civil para sus necesidades, se
convirtió en la principal fuente de ingresos de Hamás. Se
apoderaron de la ayuda y ganaron dinero para poder rearmarse".
Respecto a la preocupación internacional por las víctimas
palestinas, el embajador advierte de las "cifras que nadie puede
verificar" proporcionadas por Hamás.
En cambio, "la comunidad internacional debería expresar
inquietud y condenar a Hamás porque todo lo que pasó es culpa de
Hamás: si no hubiera comenzado el 7 de octubre, si no hubiera
capturado, secuestrado, violado y quemado a 1.500 israelíes, no
estaríamos hablando de ello ahora. Por lo tanto, la comunidad
internacional debe condenar al agresor, no al país que se
defiende", afirmó Peled, aplaudiendo las diversas iniciativas,
árabes o estadounidenses, en este ámbito para una solución al
conflicto.
"Ahora el mundo está comprendiendo que Hamás no es sólo un
problema para Israel y que encontrar una solución no es sólo una
responsabilidad israelí. Ahora tenemos la oportunidad de que los
actores regionales, Europa, Estados Unidos y los países del
Golfo, puedan garantizar un futuro para Gaza sin Hamás".
¿Tiene Israel la intención de reanudar las conversaciones?
"Eso esperamos - respondió el embajador-. La guerra nunca ha
sido el objetivo".
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