Arvin Ghahremani fue ahorcado en prisión en la ciudad occidental de Kermanshah después de ser declarado culpable de asesinato en una pelea callejera, dijo el grupo, en un momento de crecientes tensiones con Israel.
"En medio de amenazas de guerra con Israel, la República Islámica ejecutó la sentencia de muerte de Arvin Ghahremani, un ciudadano judío de Irán", afirmó el director de la ONG IHR, Mahmood Amiry-Moghaddam, y añadió que el caso contra Ghahremani presentaba "graves inconsistencias".
"Sin embargo, más allá de esto, Arvin era judío, y el antisemitismo institucionalizado en la república islámica sin duda jugó un papel crucial en la ejecución de su sentencia", añadió Amiry-Moghaddam.
La alguna vez importante comunidad judía en el Irán gobernado por los musulmanes chiítas se ha reducido desde la Revolución Islámica de 1979, pero sigue siendo la más grande de Medio Oriente fuera de Israel.
Si bien los judíos iraníes fueron ejecutados inmediatamente después de la Revolución, la ejecución de un judío iraní no tiene precedentes en los últimos años.
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