Con la casi certeza de la muerte el verano pasado de Muhammad Deif, los tres nombres que circulan persistentemente como posibles sucesores de Sinwar provienen de corrientes de Hamás diferentes y, en algunos aspectos, opuestas. Y podrían, al menos inicialmente, liderar la organización juntos. Está Muhammad Sinwar, de 49 años, hermano menor del difunto líder y considerado otro extremista que se opondría tanto a un posible acuerdo con Israel como con Estados Unidos para un alto el fuego y una reconciliación con Fatah.
Sinwar hijo, muchas veces en la mira del Estado judío, fue considerado durante mucho tiempo la mano derecha de su hermano, hasta el punto de que, con el paso de los años, se le encomendó la tarea de coordinar los trabajos de construcción de la densa red de túneles y búnkeres bajo la Franja.
Otro nombre, que parece recibir los favores de Estados Unidos y otros aliados israelíes en la región, es aquel de Khalil al Hayya, de 63 años, una de las figuras más influyentes que quedan vivas en la oficina política de Hamás en Gaza.
Radicado en Qatar, participó en las negociaciones para el alto el fuego y la liberación de los rehenes y los observadores lo consideran una persona con la que se puede entablar un diálogo. Originario de la Franja, Hayya ascendió de rango en enero pasado, cuando Saleh Arouri, vicepresidente del politburó del movimiento, fue asesinado por Israel en Beirut.
Luego está el atemporal Khaled Meshaal, de 68 años, originario de Cisjordania y refugiado en Qarar desde hace años.
Meshaal, que precedió a Ismail Haniye al frente de la oficina política de Hamás de 1996 a 2017, no parece, sin embargo, tener la influencia y la autoridad del pasado sobre los cuadros operativos de Hamás y sobre los líderes que permanecen en Gaza.
Detrás de Meshaal, en Qatar, hay una figura que podría surgir en el futuro: Fathi Hamad, exmiembro de "seguridad nacional", considerado más extremista y anti-Fatah. Detrás de este hipotético triunvirato, que no es nada armonioso en su interior, emergen figuras muy conocidas por los conocedores, pero que hasta ahora nunca habían ocupado altos cargos.
Entre ellos se encuentra Nizar Awdallah, de 67 años, exsubsecretario de Hamás, originario de Gaza, y famoso por haber quedado segundo, detrás de Sinwar, en las elecciones primarias del movimiento en 2021.
Awdallah es recordado porque jugó un papel clave en las negociaciones con Israel por el intercambio, en 2011, entre Gilad Shalit y más de mil prisioneros palestinos.
El nombre de Mousa Abu Marzouq es sin duda el más conocido de la lista de segundas líneas.
Originario de Rafah, en la Franja, el líder palestino de 73 años pasó largos años en Estados Unidos y en prisión.
Recientemente, fue incluido como portavoz del politburó de Hamás y durante mucho tiempo ha gestionado los asuntos internos del partido detrás de Haniye.
Hoy viaja entre Doha y El Cairo. Y aunque su poder ha decaído en los últimos años, su larga experiencia y capacidad para negociar con actores internacionales podrían convertirlo en una figura clave. Pero se le considera moderado y esto podría frenar su ascenso en círculos más maximalistas.
No debe pasarse por alto lo que algunos llaman la "senda turca", en referencia a figuras de Hamás: Abada Bilal, radicado en Turquía desde hace años y que podría surgir ahora conectándose con la dirección del movimiento en Cisjordania, con Zaher Jabarin a la cabeza.
El presidente turco, Tayyip Recep Erdogan, nunca ocultó sus objetivos de influencia sobre la lucrativa y prestigiosa gestión de los asuntos religiosos y políticos en torno al la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo.
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