Según revelaron dos funcionarios a Politico, en la declaración final de la cumbre, la OTAN utilizará el término "irreversible" para definir el camino de Kiev hacia la adhesión, esta vez fijando un plazo en blanco y negro.
"No se trata de si, sino de cuándo", declaró Joe Biden hace unas semanas y ahora, bajo su liderazgo, la Alianza está a punto de dar un paso decisivo hacia adelante.
En el borrador, que se finalizará y publicará en las próximas 24 horas, se declara explícitamente que, una vez que se hayan implementado todas las reformas democráticas, Ucrania será "a todos los efectos" el 33o miembro de la OTAN.
Un punto de inflexión histórico para el país de Zelensky y la peor pesadilla para Rusia, que ya advirtió que quiere seguir la cumbre "lo más atentamente posible".
"La Alianza ve a Rusia como su enemigo y adversario y participa en el conflicto en Ucrania, luchando por Ucrania", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La garantía de adhesión bastaría para que la Cumbre de Washington fuera memorable, pero para el presidente ucraniano las buenas noticias podrían no terminar aquí. De hecho, según fuentes del gobierno estadounidense, entre las nuevas ayudas militares estadounidenses que se anunciarán en estos días podrían estar los misiles Patriot y los aviones de combate F16.
"Estamos haciendo y haremos siempre todo para que los terroristas rusos pierdan", declaró Zelensky a su llegada a la capital estadounidense.
El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, por su parte, condenó el masivo ataque ruso del lunes resaltando que en estos días "serán tomadas decisiones para reforzar aún más nuestro apoyo a Kiev: Rusia debe aceptar una solución en la que Ucrania prevalezca como nación soberana e independiente".
Además de la creación de un comando de la OTAN en Wiesbaden, Alemania, para coordinar la ayuda, el entrenamiento y la logística para Kiev, otros puntos clave que la cumbre de los Estados Unidos tiene la intención de ultimar para proteger a Ucrania, incluso en el caso de un cambio en la Casa Blanca, son la creación de un fondo para garantizar un flujo continuo de dinero a Kiev y el traslado a Bruselas, en el cuartel general de la OTAN, de la coordinación del Grupo de Contacto.
Por último, otorgar más poderes al general Christopher Cavoli, jefe del Comando Supremo de las Potencias Aliadas en Europa, un hombre de Biden que los aliados quieren mantener en su puesto, fortalecido, incluso en caso de victoria de Donald Trump.
Con el riesgo no tan lejano de que el nuevo inquilino de la Casa Blanca no esté dispuesto a seguir ayudando a Ucrania ni a permitir que Estados Unidos gaste más en defensa, Stoltenberg anunció que los aliados firmarán un compromiso para aumentar sus inversiones.
Por otra parte, cuando Biden se estableció, sólo 9 países gastaban el 2% del PIB, hoy son más de 23. "El 2% es el mínimo, tenemos que hacer más", advirtió el Secretario General en el Foro de la Industria de Defensa, recordando que hace diez años solo dos aliados invirtieron ese porcentaje.
"El objetivo principal de la OTAN es la paz, la prevención de la guerra mediante la disuasión. Esto solo es posible invirtiendo en defensa", resaltó.
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