El show comenzó con los 70, con "The Wind y Moonshadow", con lo cual el público tuvo claro que con Yusuf en el escenario también iba a estar Cat Stevens, ahora en el umbral de los 75 años, pero con un carisma y una voz que no han hecho más que mejorar a través de los años.
La ocasión es el concierto en la Cavea del Auditorium Parco della Musica de Roma, como parte de la gira que lo llevará al Legends Slot del Festival de Glastonbury, además de shows en Alemania y España.
El músico no había tocado suelo italiano durante nueve.
Esta vez aprovechó para presentar nuevas canciones: desde "Higness" hasta "Pagan Run", desde "All rights, all days" hasta "Take the world apart", que siguen el ritmo de sus obras maestras.
El artista contó en el escenario con una banda compuesta por el director musical Kwame Yeboah en batería y teclados, Luke Smith en teclados, Stefan Fuhr al bajo y Lucas Imbiriba a la guitarra.
Pero ya sean canciones viejas o nuevas, el concierto en suelo italiano demostró de qué manera su recorrido artístico es portador de la misma filosofía que ha puesto en práctica en la música y en la vida.
Al artista abre las puertas a sus amores privados. Por ejemplo, con "I love my dogs" dedicado a su perro, o con su interpretación de "Herd Headed Woman" que dedica a su mujer y al mismo tiempo rinde homenaje a Elvis Presley.
Hay muchos homenajes a los artistas que han marcado su historia, desde Nina Simone a los Beatles (con "Here comes the sun") o incluso John Lennon y Paul McCartney con una espléndida "All you need is love".
En el tramo final retoma los 70 con "Tea for the Tillerman", y "Morning is broken" y de nuevo canciones que han dejado huella en la historia como "Wild World", "Father and Son" y "Peace Train".
Durante todo el concierto habla de temas como el ecologismo, la guerra y la paz, y el capitalismo, con imágenes de caricatura.
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