El músico y actor británico Harry Styles fue ovacionado hoy en la alfombra roja del Festival de Venecia, donde se presentó para acompañar el estreno mundial de "Don't Worry Darling", film de Olivia Wilde, que protagoniza.
Styles, de 28 años, inició su carrera como cantante en 2010 como integrante de la banda One Direction, con la que participó en el programa The X Factor y quedó en tercer lugar.
Luego siguió su carrera como solista y comenzó a incursionar en el cine con papeles importantes, como en "Dunkerque" (2016), su debut en la pantalla gigante.; El británico tiene millones de seguidores y es un artista muy querido. Su último disco, el tercero, lanzado antes del verano boreal, sigue siendo un éxito.
Su estilo mueve a los jóvenes (y no solo) y también es una bandera LGBT que no teme apoyar al "gender bender", es decir, a las generalizaciones sobre los géneros: usa medias de red, anillos, esmalte de uñas y eso no significa homosexualidad. Por lo tanto, no es casualidad que el mundo de la moda lo ame.
Harry Styles encarna el espíritu de esta época y llega al Lido unos días después que otro artista "fluido" similar a él, Timothée Chalamet, quien lució un mono rojo brillante con un profundo escote en la espalda al caminar por la alfombra roja.
"Estoy agradecido con las personas que siempre me apoyaron en mi vida, que me permitieron poder hacer la música que me gusta hacer y ahora me siguen al cine. Creo que desde aquí también puedo devolverles mi agradecimiento", dijo Styles dirigiéndose a los cientos de jóvenes que habían estado apostados esperándolo, bajo el sol, desde esta mañana.
El artista protagoniza, junto a Florence Pugh, el filme "Don't Worry Darling", dirigido por su compañera, Olivia Wilde, y presentado fuera de competencia.
Si bien tiene 47 millones de seguidores en Instagram, el cantante afirmó que, como todos, vive en una versión de su propia burbuja protegida.
Un poco como le sucede a su personaje, Jack, en la película.
Es un ingeniero que vive con su esposa, Alice (Pugh), que participa en el proyecto "Victory", en un oasis del desierto estadounidense, un plan secreto en los años 50 de orden y disciplina organizado por una especie de mesías sexy (Chris Pine).
En ese oasis, los hombres trabajan en el "desarrollo de materiales avanzados", mientras las esposas, en perfecto estilo de época, limpian la casa, cocinan y van de compras. Un "mundo perfecto", controlado, una burbuja que esconde algo más.
"La película nos dice a qué precio vivimos en la zona de confort, aún hoy ignoramos lo que sucede en el mundo para permitirnos estar en estas burbujas", sostuvo el actor.
Agregó que el control del caos, los planes de perfección "son fascismo".
"Intentar controlar al ser humano nunca es una buena idea", sostuvo, por su parte, Wilde, quien consideró que la película tiene "entretenimiento, pero también provocación".
"Las rupturas son fundamentales para sacudir la sociedad", subrayó.
El punto de quiebre es el femenino: la protagonista, Alice, descubre a qué precio están viviendo en ese mundo perfecto e intenta escapar.
"Quiero que se escuche la voz de la mujer. 'Donït Worry Darling' no es una parábola feminista, sino una provocación sobre el papel que siempre ha jugado la mujer, quiero que el público se inspire en esta heroína revolucionaria que no acepta la sumisión y el control, son los superhéroes que necesitamos hoy", sostuvo la directora.
"El poder, el abuso de poder, es parte de la iconografía fascista. Hay verdades históricas en esta película, como el proyecto Manhattan -el programa de investigación que condujo a la bomba atómica-, pero estoy convencida de que también dice mucho sobre la actualidad", señaló.
Cuando se le preguntó por su futuro, Styles sostuvo que "es el día a día".
"Hacer música y hacer películas no son alternativas, como actores vemos el mundo con otro lente y eso ayuda a la creatividad, incluida la música. Me encantan las dos y me siento muy afortunado", expresó.
Mientras tanto, ya terminó de rodar una nueva película, "The Policeman", de Michael Grandage.
Su relación con Wilde, actriz, directora y activista, de 38 años, comenzó en el set de rodaje de "Don't Worry Darling".
Aquel amor surgido repentinamente es, al parecer, uno de los motivos del gran desencuentro con su coprotagonista, Florence Pugh, quien se saltó la conferencia de prensa de hoy, pero, en cambio, hará la alfombra roja para el estreno.
La actriz está rodando "Dune 2", de Denis Villeneuve, en Budapest, por lo que su presencia en Venecia será fugaz.
"Florence es una fuerza de la naturaleza, estamos agradecidos de que pueda estar aquí esta noche, agradecidos con ella y Denis Villeneuve por tenerla esta noche" , dijo molesta Wilde.
En tanto, en las redes sociales, abundan los rumores que las enfrentan. Primero, por el enojo por la historia de amor, nacida en el plató, entre la directora y Styles, cuando aún estaba con Jason Sudeikis. Luego, por el supuesto despido de Shia LaBeouf, sustituido por Harry Styles, pero sobre todo, por las escenas de sexo entre Pugh y el cantante sobre las que estaría apuntando el lanzamiento de la película.
"Internet se basa en estos chismes y no quiero agregar nada más", respondió Wilde.
"El hecho es que hay muchos lados negativos en las redes sociales, están a la vista de todos, pero no siempre es así, también muchas cosas positivas suceden gracias a la ayuda de las redes sociales", dijo Styles para darle una mano.
El thriller distópico, que en los cines será distribuido por Warner Bros, está protagonizado, además de la propia Wilde, por Chris Pine y Gemma Chan.
La escenografía, el vestuario y la reconstrucción de los años 50 son perfectas. Y a Arianne Phillips, que diseñó la estética del film, se le entregará hoy el Premio Campari Passion for Film 2022.
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