La solidez del mercado laboral, los efectos de las medidas fiscales y la perspectiva de nuevas subidas de tipos llevan a S&P Global Ratings a modificar sus previsiones de PIB para 2023 llevándolas al 0,6% desde el 0,3%, mientras que para 2024 se han "reducido marginalmente".
Se espera que la desinflación comience a ganar velocidad, aunque no "vemos que la inflación regrese al objetivo del 2% del banco central hasta 2025", dice Sylvain Broyer, economista jefe de EMEA de S&P Global Ratings.
Los economistas de S&P Global Ratings también esperan que la eurozona salga de la estanflación en el segundo y tercer trimestre, gracias a la desinflación y la primera temporada turística normal después del Covid-19.
Incluso en un contexto de debilitamiento del "ciclo económico, no vemos que la eurozona caiga en una recesión profunda", subraya el informe.
"Las perspectivas a mediano plazo son más halagüeñas que a corto plazo, ya que la política monetaria debería haber dejado de frenar la demanda dentro de dos años, el mercado laboral podría mostrarse más resistente a las recesiones anteriores y la política fiscal brindará algún apoyo gracias a la implementación de Next Gen EU hasta finales de 2026", concluye Broyer.
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