"No veo la hora de viajar a Los Angeles 2028 para defender el oro que logré en París" 2024, afirmó hoy la campeona olímpica argelina de boxeo Imane Khelif, blanco de una controversia durante la cita en Francia relacionada con su condición de mujer.
Polémica que se instaló tras su debut en el torneo de boxeo olímpico con una victoria conquistada en apenas 46 segundos de combate frente a la italiana Angela Carini y que continuó inclusive hasta después de su consagración en la categoría welter (66 kilogramos).
Consultada sobre las políticas impulsadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra las atletas transgénero, Khelif (que padece hiperandrogenismo, condición caracterizada por niveles elevados de andrógenos) volvió a aclarar como si hiciera falta: "Yo no soy transgénero".
"Por eso, lo que diga o haga no me afecta, ni me intimida", agregó la argelina, de 25 años, en diálogo con la emisora británica ITV, tras confirmarse que el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió mantener al boxeo como disciplina en la próxima edición de los Juegos.
"Como decimos en mi país, quien no tiene nada que esconder, no tiene nada que temer. La verdad salió a la luz en los Juegos de París y la injusticia fue desenmascarada", agregó Khelif, quien finalizada la cita olímpica inició una demanda contra quienes pusieron en duda su condición de mujer.
"Soy una mujr, como todas las demás. Nací mujer, viví como mujer y competí como mujer", reiteró la boxeadora argelina que fue víctima de discriminación no sólo de parte de quienes forman parte del deporte, sino de personajes ajenos al mismo y poco informados sobre su situación.
En ese rubro se destacan el magnate estadounidense Elon Musk y la escritora británica JK Rowling, autora de la exitosa zaga de Harry Potter y reconocida también por su transfobia, a partir de cuyas declaraciones se generó una campaña de odio racial en las redes contra Khelif.
En lo que refiere a Trump, aún no había iniciado su segundo mandato presidencial en Estados Unidos cuando la argelina inició su camino hacia el oro olímpico y él publicó un mensaje de pésimo gusto en el que afirmaba: "Quisiera felicitar a la joven que transicionó de hombre a boxeadora".
Las dudas en torno a la condición de mujer de Khelif y de la taiwanesa Lin Yu-ting, quien también padece de hiperandrogenismo y se consagró campeona olímpica en la categoría hasta 57 kilogramos, estallaron antes de iniciarse el torneo de boxeo en París.
Fue después de que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) informó que había marginado a ambas pugilistas del Mundial celebrado en 2023 por no cumplir con los "criterios de elegibilidad de género" y filtró resultados de supuestos exámenes médicos que refrendaban su decisión.
Algunos atribuyeron la publicación de dichos informes a un "vuelto" de la IBA para el COI, que permitió la participación de ambas en París y le quitó a esa entidad la organización de los torneos olímpicos de boxeo en 2023 por sospechas de corrupción.
Ahora, a caballo de las medidas adoptadas por el presidente estadounidense para impedir la participación de atletas transgénero en deportes femeninos, la IBA volvió a la carga y aseguró que la decisión de Trump "valida nuestros esfuerzos por proteger la integridad de los mismos".
Un nuevo round en esa disputa en la que Khelif, devenida en un ícono en Argelia y en toda Africa y buscada como modelo por varias de las principales agencias de moda, no quiere volver a ser rehén porque su misión es "potenciar a las mujeres e inspirarlas al cambio", según afirma la también embajadora de UNICEF, la agencia de las Naciones Unidas por los derechos de la niñez.
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