Roma goleó por 4-1 a Lecce en el Estadio Olímpico, celebró su primer triunfo en el tercer ciclo de Claudio Ranieri como DT "giallorosso" y se reencontró con la victoria después de la última que había logrado por 1-0 frente al Torino, en este mismo escenario, el 31 de octubre en la décima fecha del campeonato.
Cinco pasaron desde entonces hasta hoy y llegó en un momento clave porque las cuatro derrotas en fila que cosechó después de aquel festejo comprometían a una Roma que hoy se jugó un mano a mano directo para alejarse de la zona de descenso, al borde de la cual quedó su rival de turno, otro que también cambió de entrenador en este torneo.
Dos pasaron por el equipo de la capital, pues Ranieri sucedió en el cargo al croata Ivan Juric, cuya aventura duró apenas ocho jornadas tras reemplazar al despedido Daniele De Rossi en la cuarta para correr su misma suerte en la duodécima luego de la derrota por 3-2 frente a Bologna de local, una de esas cuatro mencionadas previamente.
Hoy, Roma vuelve a sonreír con Ranieri y gracias a los goles convertidos por el belga Alexis Saelemaekers a los 13', por Gianluca Mancini a los 59', por Niccoló Pissili a los 66' y por el francés Manu Koné a los 86' que coronaron una jornada en la que el empate del montenegrino Nikola Krstovic, de penal a los 40' parecía empañarla.
Ambos equipos salieron al ruedo emparejados en 13 puntos, a dos de la "zona roja" de la que Roma se alejó empujada por este triunfo que aplacó los ánimos en un Olímpico al borde del ataque de nervios en cuya Curva Sur flameó una bandera que decía: "Hay batallas que llevan a finales y otras que salvan el honor y deben darse".
Cerca de 60 mil almas acudieron al estadio en el que el "giallorosso" había celebrado por última vez hace 77 días y en el que estuvo presente el propietario y vicepresidente del club, Ryan Friedkin, quien no se veía por estos lados desde que De Rossi fue despedido y hoy, en cambio, compartió el viaje rumbo a ese escenario a bordo del autobús que trasladó al plantel.
No pudo evitar, pese a todo, los silbidos de los cuatro costados cada vez que las pantallas gigantes mostraban su rostro mientras observaba el partido desde el palco, una escena que hablaba por sí misma de la tensión que se vivía en lo que parecía ser una "caldera".
El gol tempranero de Saelemaekers ayudó a descomprimirla en parte y llegó en una pelota recuperada por Koné que le permitió al belga celebrar por primera vez en esta temporada, mientras el hasta hace poco capitán Lorenzo Pellegrini observaba desde el banco de suplentes y el ucraniano Artem Dovbyk, afectado por un estado gripal, lo hacía desde la tribuna.
Una falta cometida por el saudita Saud Abdulhamid, que había ingresado poco antes por la lesión del turco Zeki Celik, en perjuicio del maliense Lassana Coulibaly, le permitió a Krstovic decretar el empate parcial antes del final del primer capítulo para los dirigidos por Marco Giampaolo (que reemplazó en el cargo a Luca Gotti en la duodécima fecha).
Parecía que la noche terminaría mal para la Roma, que salió al ruedo en el complemento con los mismos once, incluidos los argentinos Paulo Dybala y Leandro Paredes, ante un Lecce que realizó tres modificaciones simultáneas en el inicio de ese período, aunque sin los resultados esperados.
Y no fue de los pies de la "Joya" que llegaría la calma a la "Ciudad Eterna", sino de las acciones comandadas por Stephan El Shaarawy, artífice del triunfo que como en el gol de Saelemaekers también se encargó de asistir a sus compañeros para quebrar la paridad, como sucedió cuando Mancini de cabeza decretó el 2-1 para que Ranieri se abrazara con Pellegrini al borde del campo de juego.
Pisilli, que había ingresado a los 56' en reemplazo del autor del primer gol, había tenido una ocasión minutos antes, pero tendría su revancha poco después para llevar más tranquilidad aún a sus compañeros y a los aficionados y para gritarlo hasta quedar afónico frente a la Curva Sur, que volvería a celebrar con el último convertido por Koné para decorar el marcador.
"Diciembre dirá para qué estamos", advertía Ranieri, su Roma le dio hoy una primera respuesta ante un Lecce que ahora deberá buscar las suyas y antes de enfrentar a Como, Parma y Milan en los últimos compromisos del año por el campeonato, con Sporting Braga por la Europa League y con Sampdoria por los octavos de final de la Copa Italia.
El equipo de Giampaolo, que llegaba precedido por el empate en un gol frente a Juventus (tras superar por 1-0 a Venezia como visitante) tendrá que volver a enderezar el rumbo para no padecer en la lucha por la permanencia y encontrar la continuidad, como pretende su entrenador.
En el horizonte de Lecce aparecen Monza, Lazio (también como local) y Como, al que visitará en la última fecha del año al que espera llegar más holgado para poder celebrar la llegada de 2025 más tranquilo. Hoy, la calma se quedó en Roma.
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