Los "tifosi" silbaron todo el partido para protestar el despido del DT Daniele De Rossi pese a que Roma, con un gol del argentino Paulo Dybala, venció por 3-0 como local al Udinese por la quinta fecha de la Serie A.
El ucraniano Artem Dovbyk (19') abrió el marcador, Dybala (49', de penal, tras falta que había recibido del esloveno Jaka Bijol) amplió la ventaja y Tommaso Baldanzi (70') puso cifras definitivas para la victoria del equipo dirigido ahora por el croata Ivan Juric.
Dybala, uno de los pocos aplaudidos, fue reemplazado a los 82' por su compatriota Matías Soulé, mientras que el también argentino Leandro Paredes ingresó a los 60' y también fue silbado como el capitán Lorenzo Pellegrini y el subcapitán Gianluca Mancini.
Roma celebró su primer triunfo del torneo y llegó a 6 puntos, cuatro menos que Udinese, que alineó al brasileño Brenner y ahora escolta con Napoli al Torino, que lidera la tabla de posiciones con 11 unidades.
Los fanáticos de Roma ingresaron a la Curva Sur del estadio Olímpico cuando ya se habían jugado 30 minutos para manifestar su malestar con la decisión del club de destituir a De Rossi y ni siquiera la renuncia de la griega Lina Souloukou como administradora delegada del club calmó los ánimos de los "tifosi".
Los fanáticos de Roma también exhibieron en la víspera varias pancartas contra los empresarios estadounidenses Dan y Ryan Friedkin, los propietarios del club "giallorosso".
Souloukou había sido sometida a "medidas de protección" en la víspera debido a las tensiones creadas en torno al club tras el despido de De Rossi, reemplazado por Juric, que la temporada pasada dirigió al Torino.
"Me enteré por la TV, lo lamento a nivel humano por lo que sufrió. Nosotros debemos entrenarnos bien y dar el máximo, de lo demás piensan otros", aclaró Juric en diálogo con Sky Sport sobre la renuncia de Souloukou.
El entrenador croata se refirió luego a la actuación de Roma ante Udinese, al cual dejó sin invicto y sin la posibilidad de recuperar el liderazgo del torneo.
"Me gustan estos muchachos, estoy seguro de que harán cambiar a la gente. Es fácil dirigirlos, pero estaban tristes por De Rossi, lo querían mucho. Mejorar su estado de ánimo fue lo más difícil", reveló Juric, que también se refirió a los silbidos contra Pellegrini y Bryan Cristante.
"Me encontré con muchachos decepcionados, fueron sinceros al decírmelo. Lo aprecié mucho, se veía que dieron todo, pero no llegaban los resultados", comentó el DT de Roma, cuyo plantel se acercó a la tribuna para celebrar el triunfo, pero recibió más silbidos de los "tifosi".
"No respetan nuestros valores y nuestras banderas. Desde hoy volvemos a las viejas maneras", se leía en un cartel exhibido por los "tifosi" de Roma al ingresar a la Curva Sur del estadio Olímpico con el partido ante Udinese empezado.
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