"Los recuerdos son sólo recuerdos y por más gratos que sean no suman puntos", resumió Simone Inzaghi, entrenador de un Inter que mañana recibirá a Milan en el "Derby della Madonnina", al aludir a las seis victorias consecutivas de su equipo frente al clásico rival en los últimos enfrentamientos.
"Será necesario un Inter especial porque todos sabemos lo que este partido significa para nosotros, para el club y para los aficionados", aclaró el técnico "nerazzurro" en la previa del duelo saliente de la quinta fecha del campeonato al que su equipo llega tres puntos arriba del "rossonero" entrenado por el portugués Paulo Fonseca.
Inter, que ganó dos de sus cuatro partidos en el torneo y empató los dos restantes, viene de igualar sin goles como visitante de Manchester City en su estreno en la Champions League con formato renovado, en la que Milan cayó por 3-1 de local frente al Liverpool en el debut, razón de más para reivindicarse con su gente tratando de volver a ganar el clásico.
"Hemos quemado muchas energías físicas y mentales en la Champions, pero estos partidos a veces te las recargan sin saber que las tenías", comentó al respecto Inzaghi, al reconocer que su equipo debe salir al ruedo con hambre de victoria porque "llegar al clásico con la panza llena no es aconsejable".
"Debemos hacer un gran partido porque los clásicos están por encima de cualquier pronóstico y los detalles serán fundamentales", explicó al destacar que "mis jugadores tienen un fuerte sentido de pertenencia con estos colores y con nuestra parcialidad y eso representa un plus cuando sales a la cancha".
Inzaghi reconoció también que "ganar los duelos directos (con rivales que aspiran a pelear por el título, Ndr) será más decisivo que nunca esta temporada, pero también serán decisivos los partidos con los equipos denominados chicos, que en estas primeras fechas del campeonato confirmaron que pueden generarle problemas a cualquier rival".
Al aludir a la racha de victorias en el derby, reiteró que "no debemos pensar en los clásicos ganados en el pasado porque son buenos recuerdos, pero no suman puntos y porque, además, enfrentaremos a un equipo con óptimos jugadores, más allá de que sentimos que podemos ganarle a cualquier rival".
El técnico de Inter reconoció tener algunas dudas respecto de cuáles serán los once titulares mañana en el Giuseppe Meazza y dijo que las resolverá horas antes del partido, al reiterar que el goleador y capitán argentino Lautaro Martínez "jugará desde el primer minuto si está bien, porque jugó todo el año sin parar y siempre demuestra un compromiso enorme".
Las dudas de Inzaghi parecen apuntar al lateral por derecha, puesto para el que se postula el neerlandés Denzel Dumfries, del cual afirmó "está bien e ingresó bien en los últimos partidos", pero aclaró: "Cuento con 24 jugadores en el plantel y los respeto a todos".
Fonseca, en tanto, no siente que su continuidad en Milan, al que arribó esta temporada para reemplazar a Stefano Pioli, no depende del resultado de este clásico como algunos anticipan tras un inicio de temporada en el que Milan apenas cosechó apenas una victoria en el campeonato, en la fecha anterior por 4-1 ante el ascendido Venezia en San Siro, dos empates y una derrota.
"No creo que mi futuro dependa de lo que suceda mañana", destacó el portugués al afirmar que "estoy enfocado solamente en lo que está a mi alcance y eso no es otra cosa que mi trabajo. Lo más importante es el equipo", agregó, al reconocer que "hay una gran frustración en el plantel porque los resultados no fueron los que todos esperábamos".
"Pero trabajamos unidos para seguir creciendo", explicó al afirmar que se siente respaldado por la dirigencia y afirmó que llega al clásico "con confianza, al igual que los jugadores, que en estos tres días de entrenamientos (tras la derrota con Liverpool) demostraron estar comprometidos al máximo".
Sobre las dudas que se plantearon acerca de su continuidad en Milan, Fonseca reiteró: "No me afecta lo que digan otros, tengo 51 años y si me dejase llevar por lo que se dice o lo que se escribe acerca de mí, no podría trabajar. Lo que importa es lo que siento aquí, en el club, y la confianza que tengo en el trabajo que hago".
Al aludir al estilo que pretende imprimirle a su Milan, el portugués destacó que "lo único que no sé hacer es darle el balón al rival porque apuesto a que mi equipo sea protagonista y tenga la iniciativa y, cuando la pelota no está en nuestro poder, defendernos colectivamente, como equipo", resumió.
"Sé que en Italia se le da más valor al resultado que al juego, pero yo llegué al Milan para cambiar esa premisa", completó Fonseca, que internamente seguro es consciente de que el resultado del clásico puede marcar un antes y un después en su gestión, mientras suenan ya nombres de eventuales reemplazantes, entre ellos Maurizio Sarri e Igor Tudor.
Mañana, en un estadio que se anuncia colmado, el DT de Milan rendirá examen ante el último campeón de Italia, cuyos aficionados anticipan que no habrá una coreografía especial en la Curva Norte, donde suelen "habitar" los más radicalizados, enfrascados por estos días en una interna que estalló tras el asesinato de Antonio Bellocco a manos de Andrea Beretta, ex líder de la barra brava.
Inter y Milan llegan "hermanados" al clásico por el anuncio realizado días atrás en relación con la imposibilidad de remodelar el estadio Giuseppe Meazza debido al alto costo que demandarían las obras, razón por la cual se avanza en la hipótesis de construir un nuevo escenario en la misma zona de San Siro, mientras el antiguo templo del fútbol se destina a otros fines.
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