"Las conclusiones contenidas en la orden firmada por el fiscal jefe Raffaele Cantone certifican el desencadenante contaminado de la investigación contra mí, a saber 'la falsedad de la propuesta de investigación y la ilegalidad de la investigación en profundidad realizada'", subrayó Gravina.
El presidente de la FIGC aludía a la investigación en Umbría sobre un presunto acceso abusivo a las bases de datos de la fiscalía antimafia de Italia.
La fiscalía de Perugia investiga a Pasquale Striano, agente de la Guardia de Finanzas italiana acusado de presunto espionaje y acceso abusivo al sistema de datos de la institución y divulgación de información confidencial a periodistas.
Según la investigación, Striano accedió sin autorización a la base de datos fiscales, antimafia y de blanqueo de capitales para obtener información sobre cinco ministros, los secretarios de Estado y los ex primeros ministros italianos Matteo Renzi y Giuseppe Conte.
En la lista también figuran, entre otros, la viuda de Silvio Berlusconi, Marta Fascina; Gravina, el astro portugués Cristiano Ronaldo, Massimiliano Allegri (ex DT de Juventus) y el rapero Fedez.
Según la investigación, Striano ingresó miles de veces a los expedientes sin autorización y sin que hubiera ningún tipo de investigación en marcha que justificara el acceso en busca de información sensible desde 2018.
La investigación se inició hace aproximadamente un año a raíz de una denuncia del Ministro de Defensa, Guido Crosetto, por la publicación de un documento sobre su situación fiscal en un periódico italiano.
"Siento el deber, también para proteger la institución que represento, de ofrecer algunas aclaraciones.
Las investigaciones
llevadas a cabo por la fiscalía de Perugia desenmascaran así la
conspiración 'que causan daños al mismo'", explicó Gravina.
Mediante una nota, el titular de la FIGC reconstruyó los hechos
"tal como lo ha verificado el poder judicial de Perugia".
"1) El acto impulsivo de la investigación sobre las 'presuntas
ventas ficticias realizadas por Gravina' surgió de las reuniones
entre el fiscal adjunto Antonio Laudati y el comandante del
grupo SOS, Pasquale Striano, con Emanuele Floridi y Angelo
Fabiani, como se lee en el auto "Personas cercanas a Claudio
Lotito, que habían tenido motivos de conflicto con el presidente
de la FIGC, Gabriele Gravina'.
En particular, el fiscal de
Perugia comprueba que 'la fuente de los documentos es Floridi,
cuyo contacto con Striano se produjo a través de Fabiani, a raíz
de los contactos de este último con Laudati'", se lee en la nota
del titular de la FIGC.
"2) La atribución de la investigación a 'elementos informativos
procedentes de la Fiscalía de Salerno y adquiridos por ésta' es
falsa, pero pretende justificar una investigación que - como
precisa la Fiscalía de Perugia - 'no tiene nada que ver con las
prerrogativas de la Fiscalía Nacional Antimafia, y para tapar la
fuente real'", añade el texto.
"3) En la investigación posterior de la fiscalía de Roma, el
juez de instrucción rechazó la solicitud de embargo en mi
contra, considerando inexistente la hipótesis de delito. Esto
demuestra mi no implicación en ninguna conducta ilícita, que en
todo caso me reservo el derecho de demostrar plenamente en cada
instancia, teniendo plena confianza en la labor del poder
judicial", remarcó Gravina.
"Además, de las investigaciones de los magistrados de Perugia se
desprenden claramente las tramas de una conspiración, tramada en
complicidad entre exponentes del mundo del fútbol y del aparato
estatal, y destinada a presentar pruebas falsas en mi contra",
insistió.
"Los responsables informarán de ello oportunamente en los
lugares correspondientes. Pero la gravedad de lo ocurrido
sugiere que todos los contextos institucionales involucrados
tienen un deber particular de vigilancia", completó Gravina.
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