Un gol del belga Cyril Ngonge en la agonía del partido evitó hoy una nueva derrota del Napoli, último campeón del fútbol italiano que caía ante su público frente a Genoa desde los 47' con otro del danés Morten Frendrup.
El empate tuvo sabor a derrota para el equipo de Walter Mazzarri, quien en la previa destacaba que quedaban por jugarse 45 puntos en el torneo y sólo servía ganar, tal como parecieron entenderlo los 50 mil aficionados que despidieron con silbidos al plantel en el Estadio Diego Armando Maradona.
Napoli, que venía de caer por 1-0 frente al Milan en San Siro en la jornada previa, parece no encontrar el rumbo y tendrá poco tiempo para rehabilitarse, pues el miércoles recibirá al Barcelona en el duelo de ida de los octavos de final de la Champions League.
Mazzarri no pudo contar con el nigeriano Victor Osimhen, "capocannoniere" en la pasada temporada en la que Napoli alzó el "scudetto" tras 33 años de espera, pues apenas regresó de un largo viaje tras disputar la Copa Africana de Naciones, en la que su selección cayó en la final con Costa de Marfil.
Sí tuvo en cancha al argentino Giovanni Simeone, reemplazado a los 74' por Giacomo Raspadori, al brasileño Natan, desde los 46', y al uruguayo Mathías Oliveira, quien ingresó a los 65'.
Pero el relevo que más rindió fue Ngonge, arribado en enero desde Hellas Verona, pues tras reemplazar a Matteo Politano a los 69' terminó convirtiendo el gol del empate.
El visitante, comandado por Alberto Gilardino, asestó el primer golpe en el partido, en el que contó con el goleador argentino Mateo Retegui hasta los 74', con el mexicano Johan Vásquez desde el primer minuto y con el brasileño Junior Messias hasta los 75'.
"Es posible revertir esta situación", afirmaba Mazzarri en la previa, pero Napoli sigue sin poder levantar cabeza en una temporada que arrancó mal y derivó en el despido del técnico francés Rudi Garcia, a quien reemplazó sin encontrar aún la fórmula que le permita repetir lo hecho con Luciano Spalletti, hoy entrenador de la selección nacional.
Genoa sí se recuperó al menos parcialmente de la dura derrota que le asestó Atalanta en la fecha anterior, cuando lo goleó por 4-1 en el estadio Luigi Ferraris, pues ahora suma 30 puntos, los mismos que Monza que mañana recibirá al Milan.
Napoli quedó con 36 unidades, las mismas que Torino (que en el inicio de la fecha se impuso por 2-0 de local frente al Lecce), aunque tiene un partido pendiente por la vigésimo primera fecha que completará el 28 de febrero como visitante frente al Sassuolo.
Son 27 los puntos que lo separan del líder Inter, que goleó por 4-0 de local a Salernitana también el viernes y se encamina hacia la reconquista del trono al que Napoli, salvo un milagro de San Gennaro, está más cerca de abdicar.
Hasta la clasificación a las próximas Copas europeas parece peligrar, no tanto por los seis puntos de distancia que lo separan de esa zona, sino por lo que exhibe en cancha, como quedó reflejado esta tarde en la que jugó con convicción y sed de revancha sólo en los minutos finales del partido.
El gol Frendrup apenas comenzado el segundo capítulo pareció despertar de su letargo al Napoli, que a partir de entonces buscó con más desesperación que ideas el arco del "Grifone", logrando vulnearlo cuando el duelo agonizaba, sin tiempo para intentar la victoria.
Genoa, por el contrario, demostró ser un equipo organizado y no pasó demasiados sobresaltos, a pesar de que Gilardino optó por defender con tres en el fondo, poblando el mediocampo con cinco volantes que se replegaron ordenados cuando el trámite lo demandaba.
Napoli monopolizó la tenencia del balón, pero la visita le cerró los caminos y lo obligó a lateralizar el juego, impidiéndole atacar con profundidad y esperando el momento justo para lastimarlo de contragolpe, vía por la cual Alex Meret se lució en dos ocasiones ante sendos cabezazos de Retegui en el primer tiempo.
Y fue por esa misma vía, comandado por Messias y por el argentino, que Genoa llegó al gol en el arranque del complemento, tras un rechazo defectuoso de Natal que Frendrup aprovechó para decretar el 1-0 con un zurdazo inatajable para Meret.
Las variantes ensayadas por Mazzarri terminaron permitiéndole al Napoli al menos "salvar la ropa", pues llegó al empate después de buscarlo de todas las formas posibles ante un rival que se repletó en su propio campo frente al arco defendido por el español Josep Martínez.
Así y todo, apenas dos situaciones de peligro logró generar (un cabezazo apenas alto del camerunés André Zambo Anguissa y un remate del georgiano Khvicha Kvaratskhelia que Martínez conjuró sin demasiado esfuerzo) antes del gol de Ngonge que le permitió "apagar el incendio", pero no conformó en absoluto a una parcialidad que parece haber perdido la paciencia.
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