"Tener la posesión del balón durante un 70 o 75 por ciento del partido no sirve si no se traduce en goles", resumió Walter Mazzarri tras el agónico empate logrado por Napoli como local frente al Genoa en la vigésimo quinta fecha del campeonato.
Un resultado que no conformó a los cerca de 50 mil aficionados que colmaron una vez más el Estadio Diego Armando Maradona y despidieron al equipo con silbidos, a pesar de los cuales Mazzarri elogió el comportamiento de los fanáticos.
"Por suerte tenemos el apoyo del público, que es realmente excepcional y nos respalda siempre, como lo hizo hoy, a pesar del año extraño que estamos viviendo", destacó Mazzarri al final de un partido en el que "reconoció, tuvimos dificultades ante un equipo que se defiende, algo que sucedía también en la pasada temporada" en la que Napoli se consagró campeón.
"Estos partidos demandan convertir un gol rápido porque si no todo se hace muy difícil", graficó al comentar que "no tenemos confianza en nuestras fuerzas y no generamos mucho, aunque contamos con un par de ocasiones que hubiesen desbloqueado el partido y obligado a Genoa a adelantarse en la cancha".
"No supimos aprovecharlas y nos costó caro porque ellos, en la primera ocasión que tuvieron, convirtieron el gol", completó al reiterar que la principal falencia de este Napoli es la falta de gol, rubro en el que la ausencia del nigeriano Victor Osimhen, "capocannoniere" del pasado torneo, se notó.
En ese sentido, Mazzarri elogió la tarea del georgiano Khvicha Kvaratskhelia: "Decidí dejarlo en cancha hasta el final porque era uno de los pocos que podía marcar diferencias, pero le recomendé que no reaccionara ante las faltas porque estaba amonestado y podían echarlo".
Más allá de la opaca campaña del Napoli, que quedó a seis puntos de la zona de clasificación a la próxima Champions (tiene un partido pendiente) y a las críticas recibidas, el veterano entrenador descartó la posibilidad de dar un paso al costado.
"¿Renunciar? Ni lo pienso. Sabía las dificultades que enfrentaría y que también enfrentó (su antecesor, el francés Rudi) García antes de asumir, pero siento que el equipo me respalda, si bien de los 25 jugadores, puede haber tres o cuatro que no estén conformes", admitió.
"Me siento un napolitano más y comprendo que los aficionados no estén conformes, pese a que la diferencia entre este Napoli y el del año pasado es que si bien supera a los rivales, no logra concretar las jugadas que genera", explicó.
Su colega Alberto Gilardino lucía conforme a pesar de que la victoria se le escapó a Genoa sobre el final: "Estoy safisfecho por como jugó el equipo, que dejó todo en la cancha y anuló al Napoli sobre todo en el primer tiempo. Sabíamos que no sería fácil, pero contrarrestamos su poderío jugando en equipo".
"No me resulta fácil elegir a los titulares porque a veces tengo que dejar en el banco a jugadores importantes, pero las elecciones las tomo en función del partido y de las características de los adversarios", completó el técnico del "Grifone".
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