El inicio del partido que debían animar Napoli y Cagliari se postergó por el lapso de media hora para permitir el ingreso de los espectadores al estadio Diego Maradona, cuyas puertas se abrieron más tarde de lo esperado para reparar sectores de la cubierta de ese escenario dañados por las fuertes ráfagas de viento.
La reparación demandó más tiempo de lo que se preveía porque las tareas debieron ser supervisadas por los bomberos, con la ayuda de un dron, a fin de descartar cualquier posibilidad de que ocurra un accidente, explicó a ANSA la asesora de Deportes de la municipalidad de Nápoles, Emanuela Ferrante.
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