Owen Farrell, capitán de la selección inglesa de rugby que finalizó tercera en el Mundial de Francia, anunció que en 2024 no jugará en el combinado nacional para preservar su salud mental.
"Me tomaré un descanso para velar por mi salud mental, por mi bienestar y para estar cerca de mi familia", afirmó Farrell, de 32 años, quien sí seguirá jugando con los "Saracens" en la Premiership Rugby.
"No estaré a disposición en el Seis Naciones del próximo año", aclaró el apertura que recibió fuertes críticas tras su expulsión en partido de preparación para el Mundial frente a Gales.
La gota que rebalsó el vaso fueron los silbidos de los propios aficionados ingleses al capitán durante los partidos del Mundial, en el que su selección perdió por apenas un punto en semifinales frente a Sudáfrica, a la postre campeona.
Después se recuperó y logró instalarse en el tercer escalón del podio al derrotar a Argentina por tres puntos de ventaja, mientras que los "Springboks" se impusieron en la definición ante los "All Blacks" neozelandeses nuevamente por apenas un punto.
Así las cosas, Farrell consideró que había tenido suficiente y hoy anunció su alejamiento de la selección por al menos un año.
"Después veré qué hago", agregó en un comunicado difundido por la federación inglesa y por su club.
"Todos apoyamos su decisión", afirmó el entrenador de "La Rosa", Steve Borthwick, al afirmar que Farrell, "desde su debut fue un baluarte de esta selección y durante más de una década dio todo por el equipo y por su país".
"Es un gran jugador y un gran capitán y entendemos las razones de un atleta que dio todo en cancha durante todo este tiempo", agregó.
El entrenador neozelandés de la selección de Gales, Warren Gatland, que convocó a Farrell para realizar tres giras, consideró que la decisión del rugbier representa "un llamado de atención".
"Es triste para el rugby y para el deporte ver que alguien de la talla de Owen adopte esta decisión y se retire de la escena internacional sólo para proteger a su familia", destacó en diálogo con "Daily Telegraph".
"Irónicamente, al adoptar esta decisión, quizás esté poniendo sobre el tapete algunas situaciones terribles que rodean al rugby, sobre todo lo que está relacionado con las redes sociales", explicó.
El propio Gatland dijo que tomó recaudos para protegerse de los abusos que muchos padecen en las redes, pero recordó que su hijo Bryn fue blanco de insultos y amenazas por el pecado de haber malogrado un penal decisivo cuando jugaba en Auckland Blues.
"La comunidad del rugby debería preocuparse más y creo que llegó el momento para una amplia mayoría de nosotros, que estamos molestos por lo que está ocurriendo, de defendernos más", completó.
La decisión de Farrell remonta a casos similares de otros deportistas de elite que decidieron preservarse frente a las presiones a las que se ven sometidos.
Los casos más emblemáticos son los de la gimnasta estadounidense Simon Biles, múltiple campeona mundial y olímpica que en su momento se tomó una pausa y regresó revitalizada, así como la tenista japonesa Naomi Osaka, quien en breve regresará al circuito luego de una larga ausencia en la que, además, dio a luz.
En la lista podrían agregarse su colega estadounidense Venus Williams y el múltiple campeón olímpico de natación Michael Phelps.
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