La exposición "El mundo flotante Ukiyoe - Visiones desde Japón", un viaje por el arte japonés del periodo Edo, entre los siglos XVII y XIX, a través de 150 obras maestras, podrá verse en el Museo de Roma, en el Palacio Brasci, del 20 de febrero al 23 de junio.
Las obras expuestas, fruto de dos importantes colecciones italianas, están firmadas por 30 grandes artistas como Kitagawa Utamaro, Katsushika Hokusai con su famosa "Gran Ola de Kanagawa", Keisai Eisen y la escuela de Utagawa con Toyokuni, Toyoharu, Hiroshige, Kuniyoshi y Kunisada.
El tema subyacente de la exposición, curada por Rossella Menegazzo, es el innovador movimiento artístico conocido como "ukiyoe", que significa "imágenes del mundo flotante".
Establecido desde mediados del siglo XVII, el ukiyoe pone en el centro de atención el mundo japonés vinculado al nacimiento de las ciudades y las nuevas clases sociales.
La forma artística es la estampa impresa sobre papel, pero también rollos colgantes, biombos, pinturas sobre seda, instrumentos musicales, kimonos y objetos cotidianos como abanicos o cajas de juguetes.
Los temas son los rostros de los actores del teatro kabuki, la belleza de las cortesanas y geishas, ;;espectáculos de danza y música.
La exposición en el Palazzo Braschi pone de relieve la fuerte influencia ejercida por el arte japonés y el ukiyoe en la cultura occidental de finales del siglo XIX y principios del XX, desde Van Gogh hasta Monet y hasta el manga actual.
Es también un homenaje a dos artistas italianos, el escultor Vincenzo Ragusa y el grabador Edoardo Chiossone, invitados por el gobierno japonés Meiji a finales del siglo XIX como especialistas en los primeros institutos gráficos y de arte, que contribuyeron a dar a conocer el arte japonés en Italia.
Los dos formadores italianos llevaron las técnicas occidentales a Japón y, como coleccionistas eruditos, llevaron a Europa obras y objetos japoneses, conservados hoy en el Museo de Arte Oriental Edoardo Chiossone de Génova y en el Museo de las Civilizaciones de Roma.
Ukiyo quiere decir literalmente "mundo flotante" pero hace referencia a una idea de felicidad derivada de la realización de que el mundo es "efímero, fugaz o transitorio". Esta palabra pertenece a la cultura chonin que tuvo su auge en los centros urbanos de Edo (actualmente Tokio), Osaka y Kioto. Es una alusión irónica al término homónimo "Mundo Doloroso", el plano terrenal de muerte y renacimiento en el que se basa la religión budista.
Esta forma de arte, que alcanzó su mayor grado de popularidad en la cultura metropolitana de Edo durante la segunda mitad del siglo XVII, se originó con los trabajos de un solo color de Hishikawa Moronobu en la década de 1670. En un principio, solo se utilizaba tinta china y luego algunos impresos eran coloreados de forma manual con pinceles, pero en el siglo XVIIII Suzuki Harunobu desarrolló una técnica de impresión polícroma para producir nishiki-e.
El ukiyo-e era accesible, dado que podía ser producido de forma masiva. Por lo general, eran adquiridos por personas sin suficiente nivel económico como para poder comprarse una pintura original. El tema original de los ukiyo-e era la vida de la ciudad, particularmente actividades y escenas de lugares de entretenimiento.
El sexo fue también un tema prohibido, pero aparecía de forma continua en los impresos ukiyo-e. Algunos artistas y editoriales fueron sancionados por crear impresos ukiyo-e con escenas de sexo explícito, también conocidos como shunga.
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