Además de grandes cantidades de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, la dieta también incluye muchas grasas no saturadas, como las que contienen el pescado y los frutos secos, y proteínas animales, como las presentes en los quesos bajos en grasa.
Las investigaciones también indican que la mala salud se asocia con un mayor consumo de algunas grasas, sodio, bebidas azucaradas y carnes rojas o procesadas.
El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, fue dirigido por la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard.
A nivel mundial, la nutrición es el principal factor de riesgo conductual subyacente a las enfermedades crónicas y las muertes.
Por lo tanto, comprender la relación entre la dieta y el envejecimiento saludable es extremadamente importante, más aún ante una población mundial cada vez más envejecida.
Para arrojar luz sobre este vínculo, los investigadores dirigidos por Anne-Julie Tessier llevaron a cabo un extenso análisis que les permitió seguir a los participantes durante unos 30 años.
De los más de 100.000 individuos estudiados, todos estadounidenses y con una edad media de 53 años, solo el 9,3% alcanzó los 70 años sin presentar la aparición de 11 enfermedades crónicas graves, como cáncer, diabetes, cardiovasculares o Parkinson, y sin deterioro de las funciones cognitivas y mentales.
La dieta que ha demostrado mayor probabilidad de envejecimiento saludable es la que incluye mucha fruta, verdura, cereales integrales, grasas no saturadas, frutos secos, legumbres y lácteos bajos en grasa.
En cambio, una dieta basada únicamente en alimentos de origen vegetal ha mostrado resultados menos satisfactorios.
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