Unos textos que van desde los papiros de Herculano quemados en la erupción del Vesuvio del 79 d.C., demasiado frágiles para ser desenrollados, pasando por el vastísimo archivo de los reinados de 27 reyes coreanos que vivieron entre el siglo XIV y principios del XX, hasta las tablillas procedentes de Creta del II milenio a.C., esculpidas con la complicada escritura llamada Lineal B.
La IA está revolucionando el sector y generando cantidades de datos nunca antes vistos, como apunta la revista Nature en un análisis publicado en su web.
Uno de los resultados más importantes que están obteniendo las conocidas como redes neurales -modelos compuestos por neuronas artificiales e inspiradas en la estructura del cerebro- tiene que ver con los papiros de Herculano.
Gracias al concurso internacional Vesuvius Challenge, que arrancó en 2023, en el que participaron más de 1.000 grupos de investigación, ha sido posible por primera vez descifrar no solo letras y palabras, sino enteros extractos de textos carbonizados.
"En ese momento piensas realmente: ahora estoy viviendo algo que será un momento histórico en mi campo", comenta Federica Nicolardi, papiróloga de la Universidad Federico II de Nápoles que participa en el concurso.
Para conseguir leer los papiros ha sido desarrollada una técnica de desenrollado virtual, que escanea los rollos gracias a la tomografía de rayos X, mapea cada capa y las desenrolla en una imagen plana.
Además, la IA distingue la tinta a base de carbón, invisible en los escaneos porque tiene la misma densidad del papiro sobre el que reposa.
En febrero de 2024 fue adjudicado el premio de 700.000 dólares a tres investigadores que produjeron 16 columnas de texto claramente legibles, pero la competición continúa.
El próximo premio de 200.000 dólares será entregado a los primeros que conseguirán leer el 90% de cuatro papiros.
Este método abre el camino a la lectura de otros textos hasta ahora inaccesibles, como los escondidos en las encuadernaciones de los libros medievales o en las vendas que envuelven las momias egipcias.
Sin contar con que centenares o millares de papiros podrían encontrase todavía enterrados bajo Herculano.
"Leerlos todos sería uno de los mayores descubrimientos en la historia de la humanidad", afirma Brent Seales, de la Universidad de Kentucky, creador del Vesuvius Challenge.
El primer gran proyecto que demostró el potencial de la IA nació en la Universidad de Oxford en 2017 con el objetivo de descifrar inscripciones griegas encontradas en Sicilia a las que faltaban muchas partes.
Los esfuerzos de los investigadores produjeron una red neural llamada Ithaca, que es de acceso libre por Internet.
Ithaca puede restaurar las partes que faltan con un 62% de precisión, frente al 25% de un experto humano, pero cuando la red neural trabaja junto a los investigadores la precisión sube hata el 72%.
La IA se está volviendo fundamental también en otros desafíos: por ejemplo, leer uno de los mayores archivos históricos del mundo, formado por registros diarios que cubren los reinados de 27 reyes coreanos escritos en Hanja, un antiguo sistema de escritura basado en caracteres chinos.
O, por el contrario, descifrar una lengua antigua de la que sobreviven solo poquísimos textos, como las 1.100 tabillas procedentes de Cnosso (Creta), que contienen informes de pastores.
Pero la enorme mole de datos que los algoritmos están desvelando poco a poco supone un gran desafío: "No hay suficientes papirólogos", dice Nicolardi.
"Probablemente tendremos que crear una comunidad global mucho más grande que la actual", añade Seales.
Para los expertos, el temor de que la IA pueda relegar a un segundo plano los conocimientos y las competencias convencionales es infundado.
"La IA está haciendo el trabajo de los papirólogos más relevante de lo que nunca había sido", sostiene Richard Ovenden, responsable de la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford.
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