La Unión Europea ha financiado con 3 millones de euros el proyecto de un nuevo telescopio terrestre considerado crucial para las futuras investigaciones astronómicas. Se llama Telescopio Espectroscópico de Campo Amplio (WST) y podría entrar en funcionamiento en Chile a partir de 2040 para satisfacer las nuevas necesidades de la comunidad científica internacional.
De hecho, se estima que en apenas cinco años permitiría adquirir miles de millones de datos sobre estrellas, galaxias, asteroides y cometas. Al frente del proyecto está un consorcio internacional liderado por Italia y Francia, con Sofia Randich del Instituto Nacional de Astrofísica y Roland Bacon del Centro Nacional Francés de Investigación Científica.
El consorcio incluye 19 institutos de investigación europeos y australianos para un total de más de 600 investigadores de 32 países. Por Italia también participa la Universidad de Bolonia. Para Randich, el Telescopio Espectroscópico de Amplio Campo "nos permitirá abordar temas y cuestiones científicas relevantes, como la formación y evolución de las galaxias y el origen de las estrellas y los planetas".
Hay que abordar todos los aspectos relevantes: desde el diseño del telescopio y sus instrumentos hasta la identificación del sitio en Chile donde construirlo, hasta la minimización del impacto ambiental aprobado, el WST se convertiría en la próxima gran infraestructura del Observatorio Europeo Austral una vez finalizado del Extremely Large Telescope, actualmente en construcción y cuya primera luz se espera para 2028.
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