(ANSA) - NUEVA YORK 26 DIC - Los principales bancos
estadounidenses están demandando a la Reserva Federal (FED),
culpándola por su falta de transparencia en el proceso que
utiliza para realizar las pruebas de estrés anuales.
La demanda se produce tras la decisión del banco central
estadounidense de revisar los procedimientos de los exámenes
anuales a los que se someten las entidades de crédito y de
solicitar orientación pública a tal efecto a principios de 2025.
En este sentido, los grandes nombres de Wall Street -desde
Goldman Sachs, Citigroup hasta JPMorgan-, han decidido hacer oír
su voz a través de sus asociaciones: el objetivo es evitar
cambios negativos para el sistema.
Según el Bank Policy Institute, la American Bankers
Association y la Cámara de Comercio de Estados Unidos,
organizaciones que representan a los grandes bancos, no hay
certeza de que las "reformas anunciadas por la FED puedan
proporcionar un remedio oportuno a los daños resultantes del
sistema actual", caracterizado por una "falta de transparencia
que resulta en una volatilidad significativa e impredecible en
los requisitos de capital".
Desde la crisis financiera de 2008, los bancos se han
enfrentado a pruebas para garantizar la seguridad del sistema.
Estas pruebas han suscitado críticas de muchos gestores del
sector, convencidos de que las normas impuestas crean nuevos
riesgos al empujar la actividad financiera que se desarrolla
fuera de los bancos hacia mercados menos transparentes.
Las pruebas de estrés anuales a las que se someten miden su
resiliencia ante un escenario económico adverso, y dan lugar a
que se les pida reservar capital adicional si la prueba falla.
En su demanda, los bancos afirman que no quieren eliminar
las pruebas de estrés -una herramienta que ha demostrado ser
especialmente útil para restablecer la confianza después de una
crisis financiera- pero que quieren garantizar que los
requisitos de capital se establezcan de forma transparente.
Las revisiones anuales podrían resultar en "miles de millones
de dólares en cargos de capital inesperados para bancos
individuales sin ninguna razón aparente y con efectos adversos
sobre la economía en su conjunto", se lee en la demanda.
No está claro si la administración entrante de Donald Trump
podría influir en el modo en que la Reserva Federal aborde las
pruebas de estrés y las regulaciones bancarias en general, y de
qué manera.
Actualmente, la responsabilidad de los bancos dentro de la
FED recae en Michael Barr, arquitecto del plan para aumentar los
requisitos de capital para los grandes bancos. Un plan tan
criticado por la industria financiera que empujó al Banco
Central a dar marcha atrás. (ANSA).