Si bien la tradición del café está considerada una parte integral de la cultura italiana, hay una versión de esta bebida que los italianos rechazan: el café americano.
Basta pensar que la rutina cotidiana de la mayor parte de los italianos comienza con una taza de café, rito que más tarde, a media mañana, se convierte además en un momento de socialización en el bar.
Se podría pensar que la razón del rechazo en general a este tipo de variante, que cadenas como Starbucks y McDonald's se encargaron de popularizar en todo el mundo, se debe a su sabor liviano y aguado, servido en enormes tazas o vasos de cartón.
Para los italianos en general, amantes del buen café, de sabor fuerte, con cuerpo y servido en pequeñas tazas de cerámica, esa es una de las razones, pero no la única.
Hay otra, más profunda, y cuya historia se remonta a la Segunda Guerra Mundial.
El café americano se llama así, de acuerdo con una historia que se ha transmitido de generación en generación, porque durante la Segunda Guerra Mundial había soldados estadounidenses establecidos en Italia quienes, no convencidos del fuerte sabor del "espresso", comenzaron a pedir una opción más suave.
Esto fue algo que molestó a los italianos que estaban acostumbrados a beber el café expreso. Sin embargo, propusieron como solución rebajar este tipo de bebida con agua caliente para que así fuera más suave para el paladar de los "americanos".
Con el paso del tiempo se volvió popular la preparación y, en Europa, comenzaron a servir la bebida en una taza más grande para combinar el agua caliente con el café.
Dicho término se fue popularizando cada vez más, pues el café americano tradicional es preparado en una cafetera con filtro, sobre el cual se deposita café molido y posteriormente se mezcla con el agua caliente para obtener una bebida menos concentrada, menos ácida y de consistencia más suave.
El café americano es una de las bebidas más populares en el mundo por su sabor especial y aroma que acompaña a millones de personas al comenzar el día. Gracias a las grandes cadenas multinacionales estadounidenses, su popularidad creció rápidamente en los últimos 60 años.
Su preparación consiste básicamente en café con agua caliente y nada más. A pesar que se sirve en grandes recipientes, todavía muchas personas llegan a confundirlo con el "espresso".
Según datos de YouGov 2021, los consumidores italianos beben café por diversas razones: el 68% por una cuestión de gusto y aroma, el 58% para concederse un pausa; y el 35% por considerarla una bebida que permite estar despierto y activo.
Además, el 25% de los entrevistados considera al café un elemento de socialización.
No sorprende entonces que 8 sobre 10 italianos mayores bebe regularmente café, mientras que solo el 5% no lo consume nunca.
Los italianos en general consideran al café como un elemento distintivo de su país.
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