Dada su hospitalización, también en este
caso sólo se distribuyó un texto escrito.
Después del ciclo dedicado a la infancia de Jesús, ahora en
la catequesis Francisco habla de sus encuentros, empezando hoy
por el de Nicodemo.
"Hay encuentros que iluminan la vida y traen esperanza.
Puede suceder, por ejemplo, que alguien nos ayude a ver una
dificultad o un problema que estamos viviendo desde una
perspectiva diferente; o puede suceder que alguien simplemente
nos dé una palabra que no nos haga sentir solos en el dolor que
estamos atravesando", escribe el Papa sobre ese encuentro.
Jesús "venció a la muerte, raíz de todos nuestros miedos",
subraya el Pontífice en su texto. "Los cambios a veces nos
asustan. Por un lado nos atraen, a veces los deseamos, pero por
otro preferiríamos permanecer en nuestras comodidades", agrega.
"Por eso el Espíritu nos anima a afrontar estos miedos",
escribe el Papa al comentar el pasaje evangélico del encuentro
entre Jesús y Nicodemo.
"Sólo mirando de frente lo que nos asusta podremos empezar a
ser liberados. Nicodemo, como todos nosotros, podrá mirar el
crucifijo, aquel que venció a la muerte, raíz de todos nuestros
miedos". Por tanto, es en Jesús donde "encontramos la esperanza
de afrontar los cambios de nuestra vida y nacer de nuevo".
En otro texto, que envió desde el hospital por la Jornada de
las Vocaciones, que se celebrará el 11 de mayo, Francisco afirma
que "a veces puede haber incluso reuniones silenciosas, en las
que no se dice nada, pero esos momentos nos ayudan a retomar el
camino".
"En nuestro tiempo, muchos jóvenes, dice el Papa, se sienten
perdidos ante el futuro. A menudo experimentan incertidumbre
sobre las perspectivas laborales y, más profundamente, una
crisis de identidad, que es una crisis de significado y de
valores y que la confusión digital hace aún más difícil de
superar".
"Las injusticias hacia los débiles y los pobres, la
indiferencia del bienestar egoísta, la violencia de la guerra -
subraya el Pontífice - amenazan los proyectos de buena vida que
cultivan en sus almas".
Sin embargo, "el Señor, que conoce el corazón del hombre, no
abandona en la inseguridad, al contrario, quiere suscitar en
todos la conciencia de ser amados, llamados y enviados como
peregrinos de la esperanza".
Por eso, "los miembros adultos de la Iglesia, especialmente
los pastores, estamos llamados a acoger, discernir y acompañar
el camino vocacional de las nuevas generaciones", explica.
"Queridos jóvenes, les dice el Papa en su mensaje, la
esperanza en Dios no defrauda, ;;porque Él guía cada paso de
quien se confía a Él. El mundo necesita jóvenes peregrinos de la
esperanza, valientes al dedicar su vida a Cristo, llenos de
alegría por el hecho mismo de ser sus discípulos misioneros".
Dirigéndose a quienes buscan comprender cuál es su vocación,
Francisco les dice que "el mundo los empuja a tomar decisiones
apresuradas, a llenar de ruido sus días, impidiéndole vivir un
silencio abierto a Dios, que habla al corazón".
"Tengan la valentía de detenerse, de escuchar dentro de
ustedes y de preguntar a Dios qué sueña para ustedes El silencio
de la oración es esencial para 'leer' la llamada de Dios en la
propia historia y dar una respuesta libre y consciente", añade.
"La Iglesia necesita pastores, religiosos, misioneros,
esposos que sepan decir 'sí' al Señor con confianza y
esperanza", concluye el Papa Francisco su mensajr por la Jornada
de las Vocaciones.
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